QUÉ DÍA TAN EXTRAÑO
Qué día tan extraño
cayendo en torno mío
vestido de un dolor que va a lo hondo
y rigurosas aves.
Ved a mi alrededor el cielo gris, maldito
destilando una fiebre que encanece a quien
toca.
Ved como no hay secreto que permanezca
oculto
ni corazón que arda.
Yo seguiría en pie, viajando
en busca de otro sitio
pero me ciega el alma esta mañana.
(Alberto Tasso)
Testimonio II
(fragmento)
Ahora ya sabemos que el mapa no era cierto.
La tierra era algo más que ese contorno sobre papel de seda.
Allí estaban los ríos, los países, las islas.
Y de los hormigueros no nos dijeron nada
ni de los otros ríos con niños diminutos
muriéndose en silencio
ni de una espalda negra quebrada a mediodía
por una espalda blanca
ni de los bandoleros escapados del cuento
ladrones de cereal
gerentes del veneno castrador de la luz
ni del amanecer rodando hasta la boca
adentro de una lágrima
ni de vos
ni de mí.
Betty Alba
Sueños como aullidos
Hasta qué punto, sueño de uno...
aullido de uno...
El rostro de un vagabundo
está indeciso de salitre, de monte,
de quebracho, de río.
Los cabellos le crecen
como un aullido.
Cuando muera,
morirá su máscara
morirá su cáscara.
Caminante...
sobreviviente...
torbellino en sombra...
hasta qué punto, dolor de uno,
aullido de uno.
Voy por la senda de tu exilio
busco tu risa,
la entrego a los corazones esparcidos,
a la inmensidad de luces y de sombras,
a los sueños como aullidos.
(Hugo Orlando Ramírez)
http://www.tardesamarillas.blogspot.com/
1 comentario:
Tres temas interesantes que nos llegan de Santiago, para sumarse a la Revista. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.
Publicar un comentario