lunes, 24 de octubre de 2011

Josefina Fidalgo-Buenos Aires, Argentina/Octubre de 2011

 Ese misterioso hilo
         que echa a volar en el infinito

como un pájaro sin límites
          en el cielo abierto

Acariciando vientos se detiene
          en el atardecer cansado
del ramaje que espera

el ocaso se acuesta
         apenas se curva
hacia la noche sin párpados

donde en la culminación de su éxtasis
          encuentra su propia muerte. 

9 comentarios:

Laura Beatriz Chiesa dijo...

Josefina, muy linda imagen tiene este poema, el lector acompaña -sin querer- ese ocaso.Un beso,

Anónimo dijo...

Me encantó.
Un tema común-como un hilo que vuela-convertido en poema por la sensibilidad del poeta.
Teresa de Cañuelas.

Anónimo dijo...

Saludos catalanes para Josefina,
Me noqueaste amiga, es muy profundo eso de: "El ocaso------
Hacia la noche sin párpados.
un abrazo Trinidad.

Anónimo dijo...

Josefina , Una vez más dejas volar tu imaginación sin límites transformando la fantasía en un delicioso poema
un beso Beatriz Pozzi

Juan Disante dijo...

Depende desde la distancia en que te lea. Desde cerca, espío tus venas. Dese lo lejos, toda tú.

Anónimo dijo...

Muy bueno tu ocaso...

volarela dijo...

Precioso.

Saludos :)

Anónimo dijo...

Muchas gracias a todos por tan hermosos comentarios.

Besoss Josefina

Andrés Aldao dijo...

Poema breve y conmovedor