lunes, 19 de marzo de 2012

Luis Tulio Siburu-Buenos Aires, Argentina/Marzo de 2012




CLAVELES VIOLETAS


Buscó aire desesperadamente.
Como aquella que por su insomnio ,
espera ansiosa la llegada del día.
Volvió a buscar aire,
no lo encontraba.
Solo encontró el alba
colado entre las cortinas,
como un abanico de luces
anunciando la mañana.
Con un estertor se levantó bruscamente.
Cayeron sobre su pálido rostro
y sus blancas canas,
las sondas que a la vida la amarraban.
Como un pulpo de brazos incoloros,
el color de la muerte la abrazaba.
Cayó hacia atrás y la almohada,
humedecida por sus últimas lágrimas,
la recibió ya sin aire,
la soportó ya sin vida,
la percibió ya sin alma.
……………………………………….
Algo me despertó.Apreté el botón del reloj,
haciendo que las agujas se iluminen.
Eran las cinco y veinte ,
el mismo instante de aquél día.
Treinta y siete años han pasado,
de aquellas horas de angustia,
de aquel minuto de agonía,
de aquel segundo de despedida.
Hoy compraré claveles violetas
y se los llevaré a mi madre.
Disfrutaremos los dos en compañía.

2 comentarios:

Laura Beatriz Chiesa dijo...

Luis: qué sentido poema, estimado Luis. Un recuerdo que pernoctó en vos, porque ella -seguramente- te estaba pensando. Te abraza,

Susana Beatriz Fondado (Alias: Sayama Serena) dijo...

Leer tu poema fue como revivir esa situación que algunos ya pasamos.
Aunque lo raro y maravilloso es que sin estar, nos acompañan siempre. Hermoso poema.