jueves, 14 de febrero de 2019

Ernal Flanc/Febrero de 2019


POEMA CCXCI
A MI MADRE

En tus manos las caricias más tiernas, en tus ojos la mirada más dulce y sincera, en tus labios los besos más sublimes del universo.
Tu voz, un arrullo que mata mis agonías, un remanso en mi turbulenta vida, en tu corazón, el amor más limpio y puro, amor sin medidas, sin restricciones.
Tu alma, el más gentil y bello poema de amor insoslayable, eres sólo amor, eres sólo ternura, no eras nada a cambio, porque así es el amor de madre, para quien no existen hijos malos.
Lo das todo, lo brindas todo, eres el sol que alumbra mis mañanas, quien me cobija en mi gélida vida.
Eres madre querida, la más dulce melodía, el más bello aroma, la más tierna caricia, aunque no estás conmigo, aunque no te tenga a mi lado.
De este mundo te has marchado, mas no de mi alma y mi mente, siempre estarás madre querida presente en mi corazón y mi conciencia.
Me haces falta madre querida, porque en ti podía ahogar mis penas, tu enseñanza madre querida, será siempre un baluarte en mi vida plena, quien viva la tenga, ámela, cuídela.

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