Nuevas notas sobre poesía
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No es con las palabras, sino, en las palabras, y, más aún, sin las palabras.
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Están los gesticuladores, meticulosos y efectivos para levantar gran polvareda con escasos recursos; los sepultureros, diestros a la hora de determinar qué es bueno y qué es malo, o qué es sano y qué es corrupto; y por último tenemos a los atléticos, capaces de elongar sin pausa, y colgarse incansables medallas del cuello sin resentirse un músculo. Ninguno responde a los requerimientos del aviso: se necesita persona con imperiosa necesidad de escribir versos. Con o sin experiencia.
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