VERDADES DE MUJER
En un mundo de ecos,
donde dicen que soy fuerte,
me miro al espejo
y siento mi piel inerte.
Soy un río de lágrimas,
un llanto silente,
en la lucha constante
por sentirme valiente.
Me hablan de libertad,
pero llevo cadenas,
de expectativas ajenas
y dudas que envenenan.
Cada día es una batalla,
un grito ahogado,
el laberinto del deber,
condena mi tiempo atrapado.
La independencia se viste
de un velo pesado,
trabajo sin descanso,
la vida es un legado.
Quisiera ser libre,
pero el miedo me abraza,
la sombra del fracaso
es una fiel amenaza.
Empoderada dicen
que debo ser,
pero en mi corazón
no sé qué entender.
Busco la fuerza
en cada amanecer,
pero a veces me encuentro
con el dolor de perder.
Valiente es la palabra
que se escucha volar,
pero yo vivo con miedos
que no puedo callar.
Miedo a lo incierto,
a no encajar en el juego,
a quedarme sola
en este vasto desvelo.
Soy débil y sensible,
lo admito sin pena,
mi esencia es un canto
entre sombras y deudas.
No soy femenina
ni sensual como esperan,
solo soy una mujer
que lucha y se condena.
Así que aquí estoy,
con mis verdades al aire,
sintiendo cada emoción
como un fuego que arde.
No soy lo que dicen
las voces del viento;
soy simplemente yo,
con mis miedos y desaciertos.
Soy mujer,
no soy perfecta,
y me niego a ser
quién usted pretenda que sea...
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