lunes, 19 de mayo de 2025

GILGAMESH-Mayo 2025


 

GILGAMESH: POESÍA Y POÉTICAS presenta a ROLANDO REVAGLIATTI

Rolando Revagliatti nació el 14 de abril de 1945 en Buenos Aires, Argentina. Es poeta, narrador, actor, docente, periodista cultural y psicoanalista.

Rolando, en la entrevista, dice:

«Mi derrotero con la poesía comienza siendo yo un encantado niñito que oye por radio a los recitadores y a los payadores.»

 

SELECCIÓN DE SU OBRA

 

De ‘Ardua’:

 

 

Usualmente

 

Él me dice usualmente esas cosas extrañas

y me abraza

Termino casi siempre sabiendo qué soy

Después

huye.

 

 

**

 

De ‘Corona de calor’:

 

 

Hacia la monogamia

 

Giro ahora con 8

como antes lo hiciera con 16

Mañana giraré con 4

pasado solamente con 2

Y por fin con UNA

saludaré

en el atrio.

 

 

**

 

De ‘De mi mayor estigma (si mal no me equivoco):’:

 

 

Flor

 

con los senos desplazados

la violada por el hombre invisible

se reúne con su cuerpo líquido e ilusorio

bastante invisible también ahora

sin sus bordes completos

del tamaño de una reminiscencia

o de una condolida comezón sietemesina

ella expulsará una flor honda

que nos catapultará hacia una paternidad compartida

¿qué no ve y ve viendo que no ve, la flor?

estos y otros entenados

interrogantes machacones de evanescente capciosidad

 

 

**

 

De ‘Desecho e izquierdo’:

 

 

Y aunque el mate esté frío

 

Nos estamos cayendo en el dos mil

y el pescado sin vender

gaucho entre los gauchos

y atraviesa el malón la polvareda

el buenón en cambio juega solo a la taba

crisis de identidad la del buenón

que poco capea sus contradicciones

del todo contraindicado el buenón

aires de pampa mía cavándole el hoyo

pa’ quel hueserío haga hito

como la traición entre las tradiciones

y el esmero del inveterado malón

al pervertir a las infamélicas y consanguíneas

hembritas insosteniblemente vaporosas

y a las regionales y desencantadas esposas de los intendentes

meta rasgueos de guitarras

Y aunque el mate esté frío, doña Dominga

doña Venancia, doña Azucena, doña Hilariona

no dejo de payar en estas circunstancias

confusas para este acreditado paisajista

de acendrado calar nacional

y popular

Síganme

pobretes y ricachos a las puertas del amor de un día

por la inmensidad tanto como por la circunscripción

que no los voy a defraudar

macho

gaucho

y guacho

que no los voy a fotografiar con zoom en la estaqueada

en esta superproducción reproductiva.

 

 

**

 

De ‘Del franelero popular’:

 

 

Suelen las fieras domesticadas

ser melómanas.

 

 

*

 

Pindongas clericales

atiborran arrabales.

 

 

*

 

A la madre de todos los vicios

la sirve regularmente el padre

de todos los fornicios.

 

 

*

 

No nos une la afición al alcohol

sino al quebranto:

será por eso

que la excito tanto.

 

 

**

 

 

De ‘Fundido encadenado’:

 

 

“House of Games”

 

A salvo de mis lapsus linguae

a salvo de placeres

a salvo de la incontinencia de una pistola de agua

a salvo de otros timadores

a salvo del realismo de los sueños

y a salvo de los sueños que no son un sueño solamente

a salvo de mí

y de mi crimen

a salvo de mi furor curandis.

 

______________

“HOUSE OF GAMES” (“Casa de juegos”), filme dirigido por David Mamet.

 

 

**

 

De ‘Habría de abrir’:

 

 

¡As!

 

La suprema

eficacia

de sus lavajes

supremos

de cerebro

cada sociedad

admite que es suya

¡As del detergente

y refregado!

 

 

**

 

De ‘Infamélica’:

 

La Corona complica

 

Esquivaría las formalidades

como un mortal cualquiera

si no tuviera que adiestrarme para Rey

La enoja mi recelo

a la nueva delfina de Francia

No sabría qué hacer con esa rubia

Prefiero al herrero con el que lucho

Es más fuerte que yo

Y me enseña.

 

 

**

 

De ‘Leo y escribo’:

 

 

“POEMAS JOVIALES”

 

Por lo que me aman todas tanto a mí

he sufrido de jovencito por aturullado

sin respetar mis tiempos de goce estético

y aunque no incurrí en adocenamiento

y venta de fiambre al público

el alma se me percudía

 

Ahora sé lo qué hacer

con las que me aman tanto

las tengo a raya, las persuado

transformándolas en más y más versos

a veces, con rima

 

Por lo que me aman todas tanto a mí

es por la concepción

 

Y el goce.

 

__________

“POEMAS JOVIALES”, poemario de Francisco Gandolfo.

 

 

**

 

De ‘Obras completas en verso hasta acá’:

 

 

De tango

 

Me dejaste por otro

aunque el otro no existía cuando me dejaste

por otro

 

Me dejaste

por otro, aunque el otro no existía

cuando me dejaste por otro

 

Me dejaste por otro, aunque

el otro no existía cuando

me dejaste por otro

 

Me dejaste por otro, aunque el otro no existía

Cuando me dejaste por otro, el otro no existía

 

Por qué me dejaste

mi linda Juliana

tu nene es un pájaro

de fuego mojado.

 

 

*

 

Constanza

 

Toda extremista ella

toda extremadamente ella

ella

toda que es toda

que si usted no la ama ni la deja

es que ni es

usted

y ella sí

ella es toda

 

Es toda así

como la ve

si viera

como se deja amar y desamar

-si fuera usted capaz de desamarla

después de haber sido capaz de haberla amado-

en fin

es toda así

una bicicleta de lujo

¡¿o no me entiende?!

 

 

**

 

De ‘Picado contrapicado’:

 

 

“Le charme discret de la bourgeoisie”

 

El aburrimiento territorializa

puede que presienta que el presentimiento

territorializa

 

Sin dejadez

me animaría a emprender el sinceramiento

de mi economía libidinal

 

Amo a la discreta mucama de la burguesía

le cedo mi traílla de ambigüedades y desesperaciones

mi pan comido

mi almanaque

 

Calienta los sesos y el fino escroto

del aspudo efebo de nuestro jardín

Ella barrunta que también la respeto

y que no la excluyo en mis jaculatorias

 

La amo por valija diplomática

ella me va justa para mí

me incorporo a la liquidación de los abismos de clase

 

Afectos en foco

no importa su merecido novio

perdura la calma chicha

y me sirve la humeante sopa de tomates y apio

 

Amo a la mía:

modos de ofrecerme a su contemplación.

 

 

“Le charme discret de la bourgeoisie” (“El discreto encanto de la burguesía”), film dirigido por Luis Buñuel.

 

 

**

 

De ‘Pictórica’:

 

 

Loro y gato

 

Un loro

vivo

encima

del blanco desnudo

cadáver

del desdichado

burgués

 

Saliendo de un cuadro

un gato

el último

de esta

noche

saltando y corriendo

cenándose al loro

vivo

encima

del blanco desnudo

cadáver

del desdichado

blanco desnudo

burgués.

 

 

*

 

Pablo Picasso

 

Me quedo con tu ojo derecho

con tu suma de destrucciones

con dientitos que sin embargo son una sonrisa

con ése y con cualquier otro de tus sombreros y bonetes

a candoroso sobrenivel de las cabezas

 

Dicen lo que son esos dedos desnudos

estrellitas erectas

en franjitas erectas

había lo bonito debajo de los cuernos

 

En el ojal un colibrí

despunta donde yo vi una llamarada

Labios o peces de los arrabales en las paredes de una capilla

un cura de espaldas a una mujer de perfil

invitación a los bordes de una mujer de espaldas

plaza de sombras y banderas

pisan toro y torero

un seno rubio despierto debajo del collar

rostro del tamaño de su pezón sorprendidísimo

 

Demasiadas escarolas detrás de los pabilos

disponiendo de orejas, manoplas o tal vez marimoñas

y perpetuando un guitarrón asimétrico

ojo con el que me quedo

 

Una gata me huele antes de enloquecer

y se fuga entre curvas y penes aguileños

y un gallo en pastel se fuga con la gata.

 

 

**

 

De ‘Propaga’:

 

 

“Cómo se pianta la vida”

 

En lo inmediato la cabeza se me pianta

y el corazón me feminiza

En lo mediato la vida paga

lo suyo con moneda inconstante.

 

 

*

 

Llegó para ubicar

 

Llegó para ubicar su cabeza

debajo

de la cruda maceta que caía

 

Antes del impacto se apropió

(en jaque)

de su afán recóndito de lírico

y predestinado.

 

 

**

 

De ‘Ripio’:

 

 

A Nicanor Parra

 

¿Nos llevamos mal haciendo el bien

o nos llevamos bien haciendo el mal?

Malentendido, no: milagro

Paja, no: trigo

Cacatúa, no: ave del paraíso

 

Duermo mejor debajo de la cama

Me como las haches para mi mayor vacío

ante la mirada de una bella

Copulo con la bella sin desentenderme

de las pocas funciones de mi cargo

Esquivo sólo la responsabilidad

de consagrarme a la conservación

Nadie ejerció de chozno conmigo

Vigilo mis accesos eventuales de inercia y verborrea

Isabel Sarli no atinó a incluirme en su desiderata

 

La disposición de esta escenografía

se debe a la creatividad de mi secretario

Suyos los enunciados preciosistas

que me abstengo un tanto de explicitar

Él se arrima como accesorio del bien

aunque nos pese mal

 

¿A la hache no se la libera de su botín?

¿Cuándo es redondo un viaje

un texto

un coito cuándo es redondo?

¿Y cómo juegan la cama y el poeta?

 

No es boñiga todo lo que reluce

Yo tengo algo que ocultar:

por eso escribo.

 

 

**

 

De ‘Sopita’:

 

 

Fantasmas

 

Yo aprendo

con los fantasmas solariegos

a leer los avisos de los diarios

como el mejor speaker

 

Eros en papillas, mami

clavado a la cuchara

¡cuándo no!

 

Escribo con tiza

mi nombre únicamente

con qué otra cosa que no tiza

 

Quedó quizá en la carbonera del fondo mi triciclo

cerca de las hormigas y la menta

próximo a un caracol maravilloso.

 

 

**

 

De ‘Tomavistas’:

 

Ese vestido verde

 

Ese vestido verde

feo

en el cuerpo desmayado

entre los brazos de Frank Sinatra

le queda bárbaro

a Kim Novak.

 

 

*

 

“AS GOOD AS IT GETS”

 

Tener una vida

por fin y sin embargo

Hacernos una

Desvencijado el sarcasmo humildemente

acaso sólo reste

gozar.

 

 

“AS GOOD AS IT GETS” (“MEJOR… IMPOSIBLE”) de James L. Brooks.

 

 

**

 

De ‘Ojalá que te pise un tranvía llamado Deseo’:

 

¡Oh, tú, entregadora de primicias, las tuyas!

En canje, yo:

este incunable.

 

 

*

 

Mis besos

mis caricias te pusieron contra la pared

 

Asúmelo:

soy espada y

tu única salida.

 

 

**

 

De ‘Trompifai’:

 

 

Súper ocho

 

Acciones simples:

Robert Redford simula sostener una pared surcada por hormigas

José Wilker simula entrar por la puerta de calle

Toshiro Mifune simula saltar por una ventana ovalada

Lautaro Murúa simula esconderse debajo de una alfombra raída

Max Von Sydow simula probar los endebles sillones

Arturo de Córdoba simula espiar a través de una Trabex

Ugo Tognazzi simula silbar en la amplia cocina

Enrique Serrano simula condimentar zapallitos rellenos con arroz

Jean Paul Belmondo simula abrir cuidadosamente el botiquín

Ubaldo Martínez simula secar los deslucidos azulejos

Laurence Olivier simula barrer el garaje

José Sacristán simula rezar contrito en el jardín

Klaus María Brandawer simula dormir en la azotea

al concluir la larga morosa intrusiva última toma

de mi último moroso simulado más logrado filme de paso reducido.

 

 

 

**

 

De ‘Viene junto con’:

 

 

Poca onda con los Dioses

 

Sólo por las vías rápidas de la Cultura

(Alprazolam, un miligramo)

muy cada tanto duermo como un bendito

en los prestigiosos brazos de Morfeo

los que insiste en rechazar desde lactante

mi condición maldita.

 

 

*

 

Imagínote

 

Imagínote juzgándome pintoresco

oh, tú, grave, aún más que denso

imagínote asesorando en la plenipotencia de tu severidad

Ya ves cuáles, para mí, tus atributos:

grave, denso, severo

 

Imagínote sólo validando

la concepción adusta

Se me imponen mis pareceres

en base a antiguas sospechas:

por cómo me evitas o saludas

por el arraigo de tu distancia

esa acrimonia

empecinada

 

No abundaré:

desecharé la tentación:

inhibo la sorna

reprimo la causticidad

me abstengo del sarcasmo

suspendo la socarronería

ni un chiste intelectualoide destilaré

fuera la transversalidad y su desenfado

 

Mi rencor hoy es grave, denso

básicamente severo, adusto

inserto en la acrimonia

y, sin embargo, pintoresco.

 

 

***

 

ENTREVISTA CON EL AUTOR

 

Gilgamesh: Rolando, leo tu poesía y hay mucho de (de)construcción del imaginario de escritor romántico. Hay en tu obra guiños irónicos, crítica social, una suerte de poética “antisistema” en todos los órdenes, el poético incluido. ¿De qué manera fuiste construyendo este andamiaje? ¿Cómo empezó tu derrotero con la poesía?

Rolando Revagliatti: Me dirijo al armado de mi primer poemario, “Obras completas en verso hasta acá”, publicado en 1988 (cuando yo andaba en los 43 años) a través de Ediciones Filofalsía. Con ese título chistosamente ampuloso así lo sectoricé: “Los papás queman”, “El fotógrafo cargado”, “Espasmitos espantosos” y “El cirujano poetón”. Todos los poemas (100, sí, redondamente) que tenía validados hasta la instancia de entregar la carpeta a la editorial (en las siguientes ediciones eliminé o modifiqué un alto número de textos). En la primera sección reuní los que concernían a la infancia y a la adolescencia; en la segunda, a una mínima exposición de retratos de mujeres: amigas unas, compañeras otras de mi época en la que me formé como actor y director teatral, y otras, más que amigas; en la tercera sección, variados enfoques en torno al erotismo o al romanticismo; y en la cuarta abordé diversos asuntos, algunos en clave tajantemente lúdica o surrealista. Desde allí se fue construyendo el andamiaje. En siguientes libros la infancia y la adolescencia irrumpen aquí o allá; en algunos son hallables también desperdigados retratos; en otros, más y más textos, muchos con sesgo historietil, ligados al amor, al desamor, a la calentura y sus desparramos; y en otros, a la disección de influjos o instancias (el insomnio, los atravesamientos culturales, la virulencia de los desacoples de toda laya, el desvalimiento raigal, la pimpante neurosis y un extenso etcétera).

Mi derrotero con la poesía comienza siendo yo un encantado niñito que oye por radio a los recitadores y a los payadores. Oyendo, e incluso viendo en ámbitos públicos, algunos, al aire libre, ya en años sucesivos a Fernando Ochoa, Julián Centeya, Héctor Gagliardi, Santiago Gómez Cou, Julio Jorge Nelson, Jorge Lanza, Berta Singerman. Y oyendo y viendo a mi padre, quien recitaba versos gauchescos de José Hernández, Yamandú Rodríguez, Hilario Ascasubi, Enrique García Satur. Y glosas tangueras. Parte de su no muy amplia biblioteca estaba conformada por libros de poesía de Rafael Obligado, Esteban Echeverría, Rubén Darío, Alfonsina Storni, Pedro B. Palacios (Almafuerte), Amado Nervo, Olegario Víctor Andrade, Carlos Guido y Spano, Claudio de Alas. También yo, desde poco después de haber aprendido a leer, recitaba. En público debuté exitosamente a los once años (no cursé el primero inferior más que durante una semana, puesto que, como sabía leer, escribir y no sé qué mas, me pasaron al primero superior), representando al sexto grado del turno mañana, ante el numeroso público constituido por los asistentes al acto de cierre de ciclo en mi colegio (en Villa del Parque). Fue en mi primera adolescencia cuando comencé a escribir letras de canciones que surgían con propias -o inconscientemente apropiadas- melodías de tangos, milongas, valsecitos, zambas, chacareras, twist, rock, boleros…, las cuales canturreaba. Hacia los dieciséis años habrá sido cuando aparecieron los primeros versos sin música. Y transcurrida desde entonces una década asomaron poemas luego incluidos en mi primer libro.

 

Gilgamesh: Tenés diecinueve poemarios publicados en «formato analógico» y en «formato digital». ¿Cómo es tu proceso de creación y luego de edición? ¿Hay reescritura, reedición? ¿Qué de cada nuevo libro afecta al siguiente y se conecta con el anterior?

Rolando Revagliatti: Algunos poemarios se fueron conformando a partir de una propuesta: textos que devienen de mi lectura de determinados libros. “Leo y escribo” da cuenta de ello: libros de Kato Molinari, Jorge Leonidas Escudero, Simón Esain, Abelardo Castillo, Charles Dickens, Osvaldo Ballina, León Tolstoi, Agatha Christie, Alejandro Schmidt, Eduardo Dalter, Henry James, Norah Lange, Camilo José Cela… En cuatro poemarios fui socializando poemas concebidos a partir de filmes, de actores y actrices, de directores de cine. En el libro que titulé “Ripio” se encuentran los textos, capciosos, reflexivos, juguetones o provocadores, alrededor de la escritura y los escritores. En “Pictórica”, la más breve colección (aunque en otros libros hay poemas que podrían haber integrado este corpus), poemas del universo de la pintura y los artistas. En “Ardua” los poemas se generaron como si las voces o miradas pertenecieran a mujeres. En “Sopita” prima la familia, lo familiar, desde visiones complementarias. Considero, por ejemplo, que “Infamélica” es una cierta prolongación de “Corona de calor” y que “Viene junto con” es un desprendimiento de “Desecho e izquierdo”.

Muchísima reescritura. Versiones. Y reediciones, sí. La mitad de mis libros tuvieron entre segundas y sextas ediciones.

 

Gilgamesh: ¿Qué escrituras/ lecturas fueron iniciáticas? ¿Qué escrituras/ lecturas son imprescindibles hoy?

Rolando Revagliatti: Las letras de numerosos tangos y milongas, están entre las primeras impregnaciones (mi padre era tanguero y coleccionista de discos de Carlos Gardel, Agustín Magaldi e Ignacio Corsini). Versificaciones que conectaban con mi ciudad, con los barrios, con su gente. Cuentos y biografías. Novelas abreviadas de la revista ‘Selecciones del Reader’s Digest’ (durante una punta de años la fuimos recibiendo). En mi adolescencia (en pleno centro del barrio de Caballito) comencé a comprar todas las revistas literarias y culturales que iban apareciendo. Y libros, sobre todo de autores argentinos (Ernesto Sabato, Julio Huasi, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Nicolás Olivari, David Viñas, Oliverio Girondo, Roberto J. Santoro…). Y, entre los extranjeros, Nicanor Parra, todo Henry Miller, todo Nicolás Guillén, todo Pablo Neruda.

Hoy, en narrativa, imprescindibles o muy próximos me resultan (y sólo mencionaré a autores de quienes he leído y releído varios o muchos libros) Paul Auster, Andrés Rivera, Alice Munro, Petros Márkaris, Juan José Saer, Asa Larsson, Haruki Murakami, Leonardo Padura, Selva Almada, José Saramago, Julian Barnes, Gioconda Belli, J. M. Coetzee, Kenzaburo Oe, Pablo De Santis, Michel Houellebecq, Siri Hustvedt, Kazuo Ishiguro, Irene Némirovsky, Pierre Lemaitre, Sandor Marai, Claudia Piñeiro, Yukio Mishima, Guillermo Martínez.

 

Gilgamesh: Tu poética, en mi lectura, es impensada sin el Buenos Aires de «Del franelero popular», «canyengue/ milonguera». ¿Cómo lo ves?

Rolando Revagliatti: Coincido. Mi porteñidad es acendrada. Y permitiéndome en la escritura que aflore, pertinentemente, que, si de algo no carezco, es de calle. En todas las etapas de mi vida. El poemario (o refranero) citado es cabal expresión de lo que afirmamos. ‘No nos une la afición al alcohol/ sino al quebranto:// será por eso/ que la excito tanto’.

 

Gilgamesh: ¿Cómo fue ese imbricar el cine con la poesía? ¿Nos contarías el proceso creativo de «Trompifai», «Fundido encadenado», «Tomavistas», «Picado contrapicado»?

Rolando Revagliatti: Señalemos que en Argentina son numerosos los poetas que han generado poemas a partir de largometrajes: Héctor Freire, Claudia Masin, Jorge Aulicino, Zulma Liliana Sosa, César Cantoni, Javier Cófreces, Graciela Cros, Fabián O. Iriarte, Liliana Lukin, Jorge Ariel Madrazo, Eduardo Mileo, Marcos Silber, Susana Szwarc... Los míos fueron escritos y publicados hace muchos años. Más de trescientos. No sabría establecer diferencias entre mis modos de involucrarme con ciertos filmes (no todos importantes, logrados, espléndidos), ciertas obras pictóricas, ciertos libros o ciertos paisajes, escenas, conmociones, detenidas observaciones, atravesamientos y así siguiendo, y mi producción poética. Otros escritores sí que saben aventurarse en la producción de artículos en los que disciernen sobre sus procesos creativos. No es, y lo lamento, mi caso.

 

Gilgamesh: ¿Cómo el actor, docente, psicoanalista permean la obra poética?

Rolando Revagliatti: El actor, acaso, es el que me facilita posicionarme como personaje, pensarme como, por ejemplo, proxeneta, o ser supremo y arbitrario, o estúpido, zonzo o pusilánime, o disfrutador de la angustia o la necedad, o compararme con animales mitológicos o jugadores de pelota a paleta. El docente, acaso, como escrutador y tamizador. El psicoanalista, acaso, como quien escucha desde el silencio el ruido imperante.

 

Gilgamesh: Seis tomos de entrevistas a escritores argentinos habla de tu estrecha vinculación con los pares y tu interés en su vida y su obra. ¿Qué significan estas entrevistas como difusor literario y como poeta?

Rolando Revagliatti: Bien dicho: la vida y la obra. Abarcativa propensión la mía como periodista cultural ceñido a la realización de entrevistas a través del correo electrónico. Proponiéndolas extensas (hasta diez mil palabras, con muestra literaria, aunque algunas superan ese número de palabras), y divulgándolas en todo tipo de plataformas y una parte pequeña en medios gráficos, en algunos casos hasta con unas noventa fotografías y tapas de los libros de los entrevistados. Apuntaron a dar cuenta no sólo de lo más sabido o reconocido o trillado de los escritores, sino que, a estimular respuestas de eso que solemos denominar “incursiones” (esos dos años como columnista en programa radial, esa única exposición pictórica en la que participara, la formación profesional nunca ejercida, etc.). Indiquemos que el sexto tomo de “Documentales. Entrevistas a escritores argentinos”, está conformado por treinta y un escritores respondiendo un cuestionario constituido por la inusual cifra de treinta y cinco preguntas (en estos casos, sin muestra literaria), los que, sin duda, arman cada uno de ellos una flor de entrevista, al punto que en muchos portales desestimaron presentarlos como cuestionarios, o bien fueron asentando ‘En cuestión: un cuestionario’, como subtítulo. Otro comentario: de los 159 escritores que integran “Documentales”, sólo uno, Fernando Sorrentino, no ha escrito poesía.

 

Gilgamesh: Tu obra es traducida a muchos idiomas. También premiada en certámenes nacionales e internacionales. ¿Cómo vivís estas experiencias?

Rolando Revagliatti: Es, desde luego, gratificante advertir que tantos traductores, a lo largo de varios lustros, se interesaron por mis textos (la inmensa mayoría, poéticos), y que todos se asomaron a la Red (muchos en soporte papel: libros, cuadernillos, plaquetas). En cuanto a los premios y menciones, si bien son unos cuantos, y considerando que prácticamente no me interesé en participar en certámenes, te diré que ninguno es relevante. Qué le vamos a hacer.

 

Gilgamesh: Como coordinador de ciclos de poesía y colaborador en medios gráficos, ¿cómo ves, hoy, la proliferación de lecturas, la difusión de la poesía? ¿Qué diferencias y/o semejanzas encontrás con tus inicios de poeta y difusor?

Rolando Revagliatti: Coordiné, a veces con otros escritores, varios ciclos, hace por lo menos veinte años. Intensos. De marzo a diciembre, un encuentro por semana, cinco poetas invitados, más lectura no programada. Cientos, entonces, de poetas. Con breve y desacartonada presentación formal y procurando privilegiar la mejor audición de los participantes, donde se ha podido, con luz directa sobre el libro o papeles desde los que se leía y penumbra en el sector del público. Doce minutos de lectura por invitado. Por entonces, otros ciclos semanales había: nombro, sin ser exhaustivo, ‘Zapatos Rojos’, coordinado por Karina Macció, Romina Freschi y Ximena Espeche, ‘Maldita Ginebra’, coordinado principalmente por Héctor Urruspuru, ‘Literatura Viva’, coordinado por Lidia Rocha y Gerardo Curiá. Entonces y ahora, con la frecuencia de dos encuentros por mes y la coordinación general de Luis Raúl Calvo, teníamos y tenemos el proyecto cultural Generación Abierta y su café literario, en los últimos años denominado ‘Antonio Aliberti’. En la actualidad hay abundantes ciclos en Buenos Aires. No tengo presente ninguno que se realice semanalmente. Con improntas bastante diversas, algunos muy cuidados e interesantes.

 

Gilgamesh: Sos un asiduo en las redes sociales compartiendo y celebrando la escritura de otros. ¿Cuál es la relación que se genera en las redes con los lectores y con los escritores?

Rolando Revagliatti: Estoy sólo en una red social (desde 2020). Como parte de mis lecturas doy a conocer en mi muro textos de todo tipo de autores, contemporáneos y no contemporáneos, tal como proceden otros usuarios. Cuando compro o me obsequian libros, selecciono textos y los grabo en video e incorporo a mi canal de YouTube y, poco después, se incluyen en la plataforma italiana Arco Iris TV. Tanto estos videos como poemas y cuentos breves que no grabo, los visibilizo en mi muro. La relación con mis amigos en la red es, en general, enriquecedora, dinámica, estimulante. Me complace, a muchos, ir conociéndolos, en encuentros personales en bares o en ciclos a los que concurro.

 

Gilgamesh: Nuestra última pregunta es una que, con ligeras variantes, repetimos de entrevista en entrevista. En «La muerte de la tragedia», George Steiner afirma (palabra más, palabra menos) que la poesía se ha vuelto un asunto privado, esencialmente lírico y que, por lo tanto, se ha divorciado de la memoria histórica de los pueblos. Puesto en otros términos, la poesía es escrita y leída por poetas y quizá, también leída por alguna de sus amistades... Hace largo tiempo que el llamado «gran público» ha quedado fuera de este juego. Alejandra Boero llama a esto el «lazo perdido». ¿Qué sería necesario, en tu opinión, para reparar en alguna medida esa pérdida?

Rolando Revagliatti: Lo que sería necesario únicamente lo podría propiciar un cambio drástico y mancomunado de medios estatales y privados que reemplace la banalidad y degradación imperante por… No va a suceder. Seguiremos los mismos de siempre aportando solos o en compañía lo que podamos, pero el lazo se cortó, se perdió.

 

*

NOTA BIOBIBLIOGRÁFICA

Rolando Revagliatti nació el 14 de abril de 1945 en Buenos Aires, ciudad en la que reside, capital de la República Argentina. Ha sido actor, docente y psicoanalista. Su quehacer en narrativa y en poesía se tradujo y difundió al francés, vascuence, neerlandés, ruso, italiano, asturiano, alemán, albanés, catalán, inglés, esperanto, portugués, bengalí, maltés, rumano, polaco, griego y búlgaro. Uno de sus poemarios, “Ardua”, fue editado bilingüe castellano-neerlandés, en quinta edición y con traducción del poeta belga Fa Claes, en Apeldoorn, Holanda, 2006, a través del sello Stanza. Ha sido incluido en antologías de la Argentina, Brasil, Perú, México, Chile, Panamá, Estados Unidos, República Dominicana, Venezuela, España, Alemania, Austria, Italia y la India. Obtuvo premios y menciones en certámenes de poesía de su país y del extranjero. Editó las colecciones “Olivari”, “Musas de Olivari”, “Huasi” y “Recitador Argentino”. Coordinó varios Ciclos de Poesía y diversos eventos públicos, solo o con otros escritores. Ha sido colaborador en cerca de setecientos periódicos, revistas y colecciones de plaquetas, cuadernos, murales, etc., de la mayoría de los países de América y Europa. En soporte papel publicó desde 1988 dos volúmenes con cuentos y relatos: “Historietas del amor”, “Muestra en prosa”; uno con su dramaturgia: “Las piezas de un teatro”; diecinueve poemarios: “Obras completas en verso hasta acá”, “De mi mayor estigma (si mal no me equivoco):”, “Trompifai”, “Fundido encadenado”, “Tomavistas”, “Picado contrapicado”, “Leo y escribo”, “Ripio”, “Desecho e izquierdo”, “Propaga”, “Ardua”, “Pictórica”, “Sopita”, “Corona de calor”, “Del franelero popular”, “Infamélica”, “Viene junto con”, “Habría de abrir”, “Ojalá que te pise un tranvía llamado Deseo”. Sus libros han sido editados digitalmente y se hallan disponibles, por ejemplo, en www.revagliatti.com. También en ediciones electrónicas están los seis tomos de su libro “Documentales. Entrevistas a escritores argentinos”, conformado por 159 entrevistas por él realizadas. En https://www.youtube.com/user/rolandorevagliatti/videos son ubicables sus grabaciones de cientos de poetas y algunos narradores.

 

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