lunes, 21 de marzo de 2011

Nina Pedrini-Buenos Aires, Argentina/Marzo de 2011

UNA TARDE SIN ESPEJO


            Esa tarde era la definitiva; por eso se vistió cuidando cada uno de los movimientos para no perder ningún detalle. Disfrutó del baño, se relajó bajo la ducha, pasó la esponja por cada parte de su cuerpo gozando de la suavidad de la espuma, aspiró profundamente sintiendo que el aroma  del jabón se introducía por sus fosas nasales y se esparcía por todo su cuerpo. Imaginaba sus pulmones, su estómago, riñones, intestinos, hígado impregnados por el perfume que le recordaba, tal vez por el color rojo, las cerezas de Bariloche.
            Luego de secarse se colocó cada prenda con la misma lentitud y una vez que consideró finalizada la ceremonia se miró al espejo. No se había maquillado, entonces vio cómo era de verdad, cerró los ojos, dio media vuelta y tomó el estuche en el que guardaba el arsenal de sombras, delineadores, base, rubores, en fin, su cara. Se sentó e inició la parte trascendental de su arreglo corporal, con el recurso de un pequeño espejo que sólo le mostraba las partes a colorear, arquear, delinear, cubrir. Eso es, cubrir, tapar, ocultar, que no se viera lo que no debía verse.
            Colocó en su cara el color que había elegido y que era el que la iba a favorecer;pero no logró que la piel se tonalizara. Revisó el envase y comprobó que era el correcto. Se aplicó varias capas hasta sentir que la cara le pesaba y no hubo caso, el color no aparecía. Lo mismo le sucedió con los demás elementos, nada quedaba en sus ojos, mejillas, labios, cejas. Se miró en el espejo grande y volvió a verse muy elegante pero con la cara lavada, los ojos pequeños, sin expresión, sus pómulos eran dos desiertos antárticos, los labios, un corte horizontal sin gracia. ¿Cómo puede ser? Se preguntó y le preguntó al enemigo que tenía enfrente. El espejo anda mal, se respondió. Lo limpió con alcohol y como no se produjo el cambio esperado, lo hizo con espuma limpiavidrios. Nada. La imagen que reflejaba era siempre la misma. Pensó en la entrevista que tenía dentro de una hora con el gerente de programación de un canal que como era del interior acá no se veía. Después de haber trajinado por agencias de artistas hasta el cansancio había logrado que este señor le concediera unos minutos. El agente que le consiguió la cita de trabajo le recomendó que se vistiera y maquillara con todo, para causar buena impresión. Y ahora le venía a pasar esto!. Tan abatida estaba que se dejó caer en el piso y a punto de llorar se le encendió la lucesita que, aunque ella no lo sabía, tenía guardada en su mente.Se incorporó sorprendida por haber logrado pensar en una solución. Buscó en las páginas amarillas y llamó, con carácter de urgente, a un componedor de espejos. A los pocos minutos ya se encontraba el jóven empleado enviado dispuesto a repara el adminículo. Lo examinó de un lado a otro, se tiró al piso y lo miró desde abajo, pidió una escalera y lo revisó desde arriba. Entonces habló: - está faltando líquido argentífero y algo de cobre electrolítico. Había que retirarlo y llevarlo al taller. La aspirante a actriz o vedette abrió la boca y los ojos con el mejor gesto de asombro estudiado y ensayado en las muchas escuelas de teatro a las que había asistido. Y otra vez se abatió sobre el piso. El espejero remendón se sentó junto a ella y así se inició una conversación que nada tenía que ver con espejos, dramas o comedias. Se pasaron recetas para que las milanesas resultaran más crocantes y menos aceitosas, el mate más espumoso y largo, Boca, River. Los Rollings, qué lindo es el otoño y cómo les gustaba a ambos la primavera.
            Él se fue pero antes quedaron en verse el domingo para dar un paseo en bicicleta. Ella ya no se acordaba del empresario porque estaba tratando de recordar cuánto tiempo hacía que no andaba en bici.
            El espejo seguía firme en el mismo lugar, supuestamente descompuesto. Se miró en él, vio su imagen sin maquillaje, con calzas, remera, zapatillas, se quedó allí varios minutos. Y sí, el espejo no funcionaba bien, en cambio ella se sintió mejor que bien.       

2 comentarios:

Laura Beatriz Chiesa dijo...

Nina: el espejo suele reflejar lo que uno quiere ver y se enoja, con él, cuando le parece que miente. Lindo tema, un abrazo,

lic.diana iriani dijo...

NINA:
EXCELENTE TU ENSAYO , SOBRE EL TEMA...DA COMO PARA SEGUIR TRATÁNDOLO...DESDE DIFERENTES ÁNGULOS. LA IDENTIDAD, LA PRIMERA IMAGEN QUE RECONOCEMOS A LOS 8 MESES DE VIDA,LA AUTOESTIMA, NUESTRA SINGULARIDAD, BULIMIA, ANOREXIA, ETC, ETC.
TE AGRADEZCO ME PERMITAS, ACERCARTE MI OPINIÓN!!!
CARIÑOS
DIANA