Imagen: Beatriz Palmieri, artista visual argentinas |
Pacto a perpetuidad
Me contaron, creo que es cierto, que el amor y la nostalgia un día, sentados a orillas de un mar calmo por momentos, trataban de iniciar un pacto con la intención de mantenerlo vivo para toda la vida.
La vida corría por la arena blanca esperando el resultado de esa conciliación pues ella sería la notaria que daría fe o no, al resultado de la conversación que me contaron también, que duró mucho tiempo
Gaviotas marinas, curiosas e intrigadas, querían atrapar alguna palabra, pero era tan silencioso el pacto que se estaba acordando o no, que no pudieron pescar ni pío, debiendo resignarse a la espera final del documento en medio de tremenda ansiedad que agitaba sus alas como desesperadamente.
Las charlas seguían y solo podía verse el movimiento de las cabezas del amor y la nostalgia, a veces afirmativo y otras rotundamente negativo, según quien tomara la palabra.
-¡Qué estarán tramando esos dos! se preguntaban también las almejas, cangrejos y berberechos que pululaban salpicados por las olas que nunca dejan de acercarse a la orilla en ese va y viene que las hace parecer tan indecisas.
Pese a lo hermética que pretendía ser esa componenda y aun haciendo uso de extremos cuidados, sabido es que siempre algo se filta y van saliendo a luz algunas palabras o frases que producen el comienzo de las especulaciones y hasta las opiniones respecto a quien tendría razón en sus dichos, si el amor o la nostalgia.
El amor se atribuía el don de ser la vitamina de la vida para todo ser viviente. -Sin mí, decía, la vida estaría vacía, la tristeza. Agregaba. manejando la ironía con fluidez:
-See, podrías serlo, pero donde estás cuando va cayendo en mis manos el dolor y no siempre soy reemplazable por mas buena voluntad que tengas.
A lo que el amor sostenía con firmeza:
– Estoy justamente cuando veo que estás cerca, que pegaste duro, entonces entro en escena como calmante llevando conmigo bolsas de ternura, caricias, besos, arrumacos.
- Sí, claro. pero decime ¿qué hacés -Cuándo ves tanto dolor como venimos viendo?.- ¿Cuändo se forman filas interminables de personas marginadas, excluidas, desamparadas, esperando un bocado para llevar al estómago, sostenía la tristeza.- Cuando ves niños por la calle muchas veces delinquiendo, abandonados a su suerte, allí yo pienso que estás en huelga, amiga por eso hago mi juego.
-Bueno, es cierto, aparecés demasiado seguido para mi gusto, venís marcando presencia con demasiada frecuencia.
El amor no dudó en su respuesta fortalecido por una férrea convicción.
– Precisamente soy yo quien impulsa cada mano que se extiende brindando ayuda aun siendo también parte de las mismas injusticias. -Fijate que siempre es el que menos tiene. el que comparte para calmar el dolor porque en ese corazón tengo mi asiento.
-Trato de aparecer secando cada lagrima que rueda por el rostro de una madre cuando sufre su hijo, -Estoy en cada puerta de escuela que se abre, en la risa ruidosa de los niños, en cada docente alfabetizando. Estoy en cada médico que cura, en cada obrero que pone en funcionamiento su herramienta de trabajo. -Estoy en cada flor que se abre y en cada beso de los enamorados. -A vos te veo en cada traición, cada injusticia, en la perversidad que se comete en este mundo que podría ser maravilloso si pudiera ingresar en tu corazón si fuera que existe.
Dicen que la discusión duró días y noches, horas y minutos y no pudieron poner punto final a la contienda como para que la notaria estampe su firma apoyando una u otra posición.
.Hasta que una noche un búho pidió permiso para esbozar un fin a tanto que yo, que vos y todo eso. El búho había logrado escuchar sigilosamente desde la rama de un tamarindo crecido en el centro de un médano de arena.
El ave saludó con el mismo respeto al amor y a la tristeza y estrechando la mano de ambos agradeciendo el permiso otorgado por los contendientes y exclamó: - Ya no discutan, ambos son parte de la dialéctica de la vida. -Yo, personalmente, prefiero la labor cumplida por el Amor, pero tengamos en cuenta que la Tristeza está en una zona fronteriza muy fácil de atravesar, pero uno sin la otra no existiría. -Ya lo explicaron muy bien los grandes filósofos de la historia: Heráclito, Platón, Aristóteles. Zenón y ellos sí que sabían de lo que hablaban. Y más acá en el tiempo Karl Marx habló de la dialéctica dándole un sentido más político. Y así podría recordar a muchos mas como confirmación a mi aporte a en esta disyuntiva que discuten hace tantos días y que me impiden descansar entre tanto murmullo.
-Nuchas veces el Amor produce tristeza, así como la vida sin la muerte, tampoco existiría. Convivan compañeros tome cada uno un recodo del camino, en algún sitio siempre van a converger y mucho mas, en este mundo en llamas,- Personalmente ruego que no le falta fuerza al Amor para imponerse, que la Tristeza se tome largas vacaciones aunque sabemos que mientras exista vida existirán ustedes.
El Amor y la Nostalgia volvieron al mar donde seguían esperando, presos de una curiosidad impresionante, las olas, las gaviotas curiosas e intrigadas y la notaria que sería la encargada de rubricar el acuerdo de respeto entre el amor y la tristeza y que hasta hoy sigue rigiendo. El búho. bostezando, extendió un ala para estrechar la mano del amor y la tristeza para desaparecer del escenario, ya iba despuntando el día. El pacto, en realidad, fue de convivencia ya que el Amor y la Tristeza siguieron sus propios rumbos debatiéndose para lograr un triunfo que no fuera pírrico.
Eso sí, me atrevo a inmiscuirme con humilde opinión, desde mis letras en la historia que un día me contara la abuela y lo creo, pero también siento que hasta el momento la Tristeza sigue intentando opacar al Amor y la verdad, para ser sincera, eso no me gusta nada porque sueño un mundo diferente aunque sepa que no será posible mientras la Empatía y la Justicia no entren en juego a como de lugar, fijando como sea su postura y para ello hace falta mucha conciencia y hasta también mucha lucha.
Mayo 2024
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