El puma y las sojas
(al pueblo de Mapis y adiós a las pampas)
Las huellas te duplican
sobre el suelo verde sufrimiento.
Las taperas y los gauchos fantasmas
han germinado Glifosato
azul de lejanas arboledas
vibra el viento entre tus fauces
un colmillo de puma
cien colmillos de perro.
El hambre es un gusano
y se agita en tu panza.
Al hombrª lo corrieron
hacia las ciudades alambradas.
Olisquea tu hocico
presas posibles
corazón de cazador
tono verde sufrimiento
sobre el barro desierto y contaminado.
Mallea y Castagnino
se abrazan entre lágrimas.
Arriba el cielo de noviembre,
crucificado de golondrinas
mece la prolija plantación
la simétrica formación egoísta.
Felipe Soler sonríe satisfecho
hay una callecita entoscada
que, es de lejos, oro plateado:
va de la nada a ninguna parte.
Por ella, fatiga su andar un croto
de otro tiempo
o un ciclista de domingo sin aliento.
Pasea en un trote un zorro, su misterio…
Un charco de agua cristalina
manantial de frescura y de arsénico
apaga la sed antes del zarpazo.
Y vida, al galope, te liquida.
Antes del final
un beso a los cardos,
a Larralde
y a los alambres de púa.
mayo 021
No hay comentarios:
Publicar un comentario