La noche
Corre triste mi alma
desde aquella mañana en que cerraste
los ojos de cielo y la noche
impuso sus mejillas tan rígidas
y su chasquear de truenos
Lágrimas,
lágrimas tan inmensas
escribiendo tu nombre,
como se escriben las tinieblas sobre las estrellas.
Truenos, lágrimas, tinieblas…
Lágrimas, tinieblas…
Tinieblas…
1 comentario:
Gracias por todo, es bueno saber que hay personas como tú apoyando la creación literaria.
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