domingo, 19 de septiembre de 2010

Trinidad Aparicio-Barcelona, España/Septiembre de 2010

Ironías del cotidiano vivir

Lo imprevisto... trajo lo insólito


Lo imprevisto.

 No se precisar bien cuanto tiempo ha pasado ya, pero si sé, que de eso hace ya varios meses cuando  lo imprevisto nos llegó por razón de un viento huracanado que cierto día se instaló en la ciudad de Barcelona sorprendiendo por lo inusual, a la mayoría de los que habitamos en ella. Fue lastimero ver como hermosas palmeras que hasta momentos antes lucían orgullosas su esplendor adornando jardines y paseos yacían sin vida en medio de la calzada, victimas  inocentes de semejante destructor ventarrón.
Por casa, también llegó un fuerte ramalazo de ese vendaval que, si bien las consecuencias no fueron nefastas, si desequilibró nuestro magro presupuesto; porque el toldo del balcón embolsó el viento, este levantó una maceta que fue a dar contra la persiana y de rebote al vidrio de la puerta que cayó hecho añicos con un ruido ensordecedor. Total... que reparar el vidrio fue de urgente prioridad. Prioridad que se llevó 100 euros y la persiana quedó inutilizada hasta junio, mes en que el asalariado cobra gratificación o paga doble o aguinaldo como más se guste decir. Y por supuesto a su debido tiempo llegó Junio.

Lo insólito


            Y lo insólito llegó con la presencia de Francisco.
Francisco sacó la persiana, la colocó en su lugar, observó que se deslizara debidamente y juntó las herramientas.

-¿Cuánto le debo Francisco?
- Nada. Fue la respuesta.
-¿Cómo dijo? Insistí dudando de haber escuchado bien.

Pude con gran esfuerzo contener la hilaridad y guardar la compostura. Aceptó para un café y al cerrar la puerta tras él, gocé de la situación. ¡Dios, seis meses entrando y saliendo agazapados del balcón recibiendo más de un coscorrón, esperando el aguinaldo para arreglar la persiana  y viene este hombre honesto y no me cobra nada!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajajajajajajaja. Es cierto ehhh. Te mando un besote abu.

Laura Beatriz Chiesa dijo...

Amiga Trinidad: yo también lo recordé y volví a reír. Muy bueno el relato de esa realidad. Te abrazo,

Anónimo dijo...

Con que encanto y gracia relatas las historias, que suelen suceder Trini!!

Que tan importante es el saber contar con estilo propio!!!

Con mucho cariño Josefina