sábado, 26 de noviembre de 2016

Trinidad Aparicio-España/Noviembre de 2016



Caso Curioso

         Pasé gran parte de mis años vividos en Argentina, suspirando por España, o mejor sería decir por Barcelona mi Ciudad Condal, a modo de amortiguar la gran añoranza que me embargaba,  escribía cartas que nunca fraqueaba y  así estaban las cosas, cuando decidí volver a cruzar el Atlántico pero esta vez en viaje de vacaciones. Fué formidable la decisión. Al regresar de mi viaje, observé qué el barrio y sus vecinos me habían adoptado, seguí siendo siempre “la gallega,” pero acepté el:  “Che doña Trini, me presta...”  y cosa curiosa comencé a sentirme  “porteña”. 
         Si mal no recuerdo, corría el año 1998 cuando ya al Siglo XX poco le quedaba, para ceder paso al tan esperado año  2.000 cundo de la mano de una vecina amiga ingresé en el Taller  Literario de Munro. Fue una experiencia hasta entonces desconocida por mi. Al saberme aceptada sin “diploma” sacudí mis complejos;  me encontré  cómoda entre el grupo de personas allí asistentes y  tengo el sano orgullo de poder decir que presencié nacer a la Revista Literarte, y ver publicados en sus preimeros números  algunos de mis cortos relatos.
         En el año 2.002, dejé ardiendo mis viejas  naves en Argentina. El regreso difinitivo   a mi ciudad natal, trajo consigo más suspiros. Barcelona había crecido tanto que me resultó poco menos que una ciudad desconocida. Mi casa y mis amigos quedaron en Vicente Lopez, y a base  de sus insistencias vía Internet,  volví a incorporarme a Literarte. Escribir un relato al mes me sirvio de terapia. Por lo general mis relatos se basaban sobre recuerdos vividos  en Chellla el pueblo de mis padres y abuelos. Cierto día la sorpresa fue mayúscula al encontrar al pie de mi relato “Macondo & Chella” el comentario de alguien desconocido que decía ser historiador y filólogo  de Chella solicitando mi permiso  para publicar mis escritos en la web de su pueblo. Lo curioso del caso es que el tal señor que me buscaba a 16.000 Km  de Valencia, poco sabía de que yo,  hacía  años que residia a tan sólo 400km.
          De ese comentario hecho por el señor José Luís Ponce nació una gran amistad.                           

1 comentario:

Josefina dijo...

Trini que tal??? Que lindo tu relato contando parte de lo vivido aquí en nuestro barrio, compartiendo letras y la llegada a tu ciudad y continuar compartiendo letras a la distancia, y llegar a tener tu libro con la gente de Chella, maravilloso Trini!!. Cariños, besos Josefina