sábado, 25 de agosto de 2018

Josefina Fidalgo-Argentina/Agosto de 2018


Como una obra de arte

Los naipes nuevos resbalan, se deslizan ágiles en la mesa de roble lustrada, donde juega Fernando, el guarda parques del ayuntamiento de Aguas-Mestas y sus dos amigos, vecinos del pueblo. Noche calurosa de un verano que demora su partida.
De pronto, desde adentro de la casona de piedra, escuchan movimientos de arbustos y corridas. Los hombres dejan de jugar y se apresuran a descolgar las escopetas y linternas.
Salen a buscar alrededor de la casa, luego siguen detrás del huerto, entran al granero, todo está en orden, van al establo, los animales están inquietos. Se acercan a la casa vecina, más debajo de la colina.
Está todo cerrado, sin iluminación y en silencio. Se alejan entre malezas y arboledas tupidas. Saltan el murmullo incesante del arroyo estrecho y pedregoso que atraviesa la aldea.
Por las noches suelen bajar los osos de los montes a comer los sembrados, y se acercan a vaciar los colmenares de algunos prados. De pronto divisan una silueta detrás del molino blanco. Se detienen y se acuclillan a esperar detrás de unos espinos.
Fernando está autorizado a multar a quien no respete las leyes de prohibición terminante de la caza mayor, en el Parque Natural de Somiedo.
Escuchan dos disparos y luego la huida de alguien que se ve descubierto.
Luego van subiendo despacio, agazapados, acercándose sigilosamente, hasta que encuentran la presa. Un enorme jabalí muerto por el cazador furtivo.
Los hombres lo levantan, lo atan de sus cuatro patas a la vara de un castaño y lo llevan camino abajo como un trofeo. Tendrían carne exquisita para el próximo invierno. La cabeza, embalsamada, luciría expectante en alguna pared de la casona del guarda parque, como una obra de arte.

1 comentario:

Unknown dijo...

EXELENTE NARRACION,DE UNA REALIDAD,QUE VIVEN,LOS HOMBRES DE CAMPOS,Y MONTAÑAS,TU CUENTO,TE HACE VIVIR Y METERTE,EN EL CUENTO ME GUSTO MUCHO EXITOS,SEÑORA JOSEFINA