LA VIDA SE VA...
Hundida en un sillón observo la noche... 
Por un instante quiero remontar las alturas
 y ver de cerca, cielo y
estrellas, 
para buscar en el cosmos todos los rostros queridos, 
que poco a poco se desvanecen: sus voces, sus figuras, sus manos,
que un día me entregaron calor de sentimientos.
La vida se va...
Se desliza suavemente. 
Cómo quisiera detener su curso y volver a ese ayer, 
juguetón, escondido en un recodo del recuerdo, 
como un niño travieso que mira a la distancia.
Tan sólo observando el cielo estrellado
y la música de las olas, 
reventando en los roqueríos cercanos, ellos aparecen... 
Y por un instante viajo al pasado, 
tratando de guardar con avaricia 
este momento precioso,
que me reconforta y a la vez me oprime 
como el puño de lo imposible.
Finalmente concluyo que cielo, luna, estrellas
y música de mar, convierten cualquier instante 
en un repentino espejismo que permite mirar hacia atrás.

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