lunes, 21 de diciembre de 2020

Mónica Navarrete López-México/Diciembre de 2020


Título: Somos de mal genio.

Material: Óleo sobre tela.

Medida: 60 x 50 cm.

Nombre: Mónica Navarrete López


 

El Sueño

Mientras soñaba una vereda por el medio ambiente, en última hora de oscuridad a adonde abordan al oscurecerse la luz, el concebirlos con excesivos tonos expresamente hasta brotar la luna y todo se torna nocturno.

Acontecía en aquel lugar una ampliada esclarecida pradera, un ceñido pasadero cual su tramo bajo le cruzaba un riachuelo, sobre la orilla de la explanada tenía un arbusto denso a un costado del río y este ascendía con una liviana vertiente que seguía con una empalizada de troncos verticales.

Yo  estaba apreciando el panorama con mis manos atravesadas, mi mano derecha descansaba arriba de la izquierda concibiendo aires, a lo lejano distinguí una negrura que se mecía de un lado a otro, después me acerque con dirección al río y revelé lo que surgía, ¡era un búho!, con porción de su cuerpo embozado con un lazo corroído que se atoró probablemente con el viento y con el lapso de tiempo, las basuras se le infiltraron, este obtuvo mala suerte al atorarse y al acercarme se mostraba enérgico.

Yo no sabía cuánto llevaba así, me aproxime a él pero percibí que el búho me hostigaba con la mirada cuando me acercaba, me observaba con cólera a manera si le perturbara mi presencia, escarbe entre el arbusto que estaba a un costado del río investigando si había algo afilado pero en mi búsqueda, el búho se zangoloteaba tratándose de soltar, lo intentó y no podía, eso me origino de instante gracia, ¡de momento en mi etapa de broma!, consiguió liberarse, ¡y que cae un poco junto de mí!

Por lo frágil, no lograba moverse, sin embargo me hostigaba con su vista durante el período custodiando su territorio, ¡qué nervios!, opino que pretendía que me fuera pero no lo desampararía previamente de socorrerlo especulé, para que él no me pretendiera embestir al desatarlo, podía retarlo primero con mi mirada grotesca, le advertí con un rencor que percibiera que no le tenía miedo, separadamente arranque un tronco y con ese le hice seña con intimidación amenazándolo con que le pegaría si me hacía algo y se manifestó dócil.

Posteriormente de mi intimidación me acerque a él, comencé a desamarrar para quitarlo, mientras lo soltaba apreciaba estaba rígido, yo creo por el coraje que poseía por lo sucedido, observé su plumaje, se elevaba a manera cuando los depredadores se protegen de otros de ese modo, inoportunamente no quedaba de otra más que auxiliarlo, pero al fin logre despojarlo, que por cierto sí que fue tardado, al arrancarlo y jalarlo me cauterizaba las manos, demasiado estropeado y de igual forma me las astillaba, aun así conseguí soltarlo.

El búho continuaba infartado inmovilizado, se resignó que le acomodara su plumaje, pero de momento resulto que en ese lapso de mi asistencia, él examinaba el panorama y percibió que ya no poseía el tronco junto para protegerme, ¡o sorpresa!, como ya quedo libre, me engaño que no me atacaría, notó que quede relajada en seguida de auxiliarlo, inconveniente después de eso me da un pinchazo en mi brazo, se colocó en defensa se me expulsó a traición, me pegó en mi cuello con sus alas, me picó en mi pecho y cabeza, me abasteció con una desgreñada con sus patas, muy impulsivo, acabé de la misma manera que él cuando se le alboroto su pelaje, me agredió hasta que se cansó.

Mi reacción fue dirigirme al tronco, sabía que me perseguiría, y evidentemente el búho pretendía seguir atacándome, me coloqué en guardia advirtiéndole si continuaba agrediéndome, y sí, se me acercó volando, cuando consiguió acercarse a mí, qué le doy un palazo de modo que lograra intimidarlo, le consumé mi amenaza y en seguida, se fue.

Tardíamente, me puse a conversar en silencio, mi irritación era muy grande, yo pensaba ¿cómo es posible? por ser piadosa lo que gané, sabía que no me concernía, es injusto, si me negaba a auxiliarlo quedaría preguntándome ¿qué hubiera pasado?, por eso me hallé en esta etapa de furia, .0.que la encolerizada fuera yo, mi estancia agradable en esa pradera de momento con esto se me manifestó oscuro el panorama.

Posteriormente sentí un cambio en mi expresión de ira que no lograba controlar, sentía una sensación de resentimiento por este suceso, ninguna vez me había sentido así por el sobresalto que tenía y la bravura, se me comprimía la respiración, estaba muy exaltada, recordé que en mi bolsa poseía un espejo y asumí la necesidad de verme en él, percibí algo anormal en mí... una mirada desigual a unas que me ocasionan felicidad, enfado y hasta angustia, me miraba y era terrible, penetrante que no conseguía ni dejar de mirarme, profesaba impotencia, mi aliento se asfixiaba por el mal momento que me hizo pasar aquel animal.

Cuando desperté dentro de mi sueño, era de día, estaba asediada, me quede a esperarlo sentada en la vereda y no regreso, eso me trastorno mucho, de nuevo floreció mi impotencia por no saber de él, me fue horrible este fragmento de sueño onírico, tanto que puedo conducirlo a mi favor, pero de ninguna forma imagine obtenerlo en esta condición, por qué no prosperó el perdón con este búho.

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