domingo, 23 de marzo de 2014

Carlos Penelas-Buenos Aires, Argentina/Marzo de 2014

LOS RELOJES

Recién ahora son visibles los relojes,

las flores azures de la fatalidad,

la demencia. La ferocidad del odio,

el abismo. El borde del mar

y la presencia de voces huyentes.

Tarde descubrimos

lo absurdo del ensueño,

las cartas de amor, el abandono

de una alcoba alucinada.

Y la furtiva presencia de sombras

en las estrellas.

1 comentario:

Lina dijo...

Poema estremecedor, con la profundidad de imágenes precisas. Muy bello.