sábado, 20 de mayo de 2017

Ascensión Reyes (Comentario literario)-Chile/Mayo de 2017



CARLOS FUENTES MACÍAS –MEXICANO

AURA
       Felipe Montero, un joven historiador llega a la casa del fallecido general Llorente, en contestación a un aviso aparecido en un diario, que ha colocado la viuda Consuelo, con el fin de escribir la biografía de su esposo.
            Cuando llega al domicilio ubicado en un barrio donde hay tantas casas nuevas como viejas. La que corresponde al llamado es una casa antigua en cuyo interior se vive en una casi completa oscuridad. Al comienzo de la entrevista sólo escucha la voz de la anciana, con quien acuerdan los honorarios y como condición, el que debe quedarse a vivir en su casa, mientras escriba la historia, donde vive acompañada por su sobrina.
            Al día siguiente, ya dispuesto con algunos documentos que le ha entregado Consuelo, se encuentra con Aura, una bella joven de cabellos negros y un rostro donde destacan unos hermosos ojos verdes.
            Fiel a su compromiso diariamente da curso a su tarea, con archivos y comentarios entregados por Consuelo, quien por su demasiada edad, ciento nueve años, teme que vaya a morirse en cualquier momento. En instantes en que no está la anciana, siempre vestida con una bata larga que le cubre todo su endeble y viejo cuerpo, aparece Aura, con su belleza tímida que llama a la curiosidad de Felipe. Con el correr de los días y el avance del libro, Felipe siente que Aura ha logrado penetrar en sus sentimientos y se ha percatado que su tía, Consuelo, la trata en forma descomedida, de tal manera, que una vez que le ha declarado su amor la incita a que abandone a la anciana y se vaya con él. Pero entonces surge el realismo mágico, porque Consuelo y Aura, son la misma persona. Esta confusión de identidades surge en Felipe ¿al observar en un espejo el reflejo que dejó la anciana en su juventud? , ¿Consuelo debe desdoblarse para sobrevivir pese a  sus muchos años, para que finalmente Felipe acabe la biografía de su amado General Llorente? o ¿Pese a sus años, cree que puede retomar un retazo de juventud, encarnándose en una joven hermosa y enamorando al muchacho?  Varias preguntas que podrá contestarse el lector una vez que lea la novela.                                



            Carlos Fuentes Macías (Panamá, 11 de noviembre de 1928-Ciudad de México, 15 de mayo de 2012 ) fue un escritor, intelectual y diplomático mexicano, uno de los autores más destacados de su país y de las letras hispanoamericanas, autor de novelas como La región más transparente, La muerte de Artemio Cruz, Aura, Cambio de piel y Terra Nostra y ensayos como La nueva novela hispanoamericana, Cervantes o la crítica de la lectura, El espejo enterrado, Geografía de la novela y La gran novela latinoamericana, entre otros.
            Recibió, entre otros, el Premio Rómulo Gallegos en 1977, el Cervantes en 1987, y el Príncipe de Asturias de las Letras en 1994. Y fue nombrado gran oficial de la Legión de Honor en 2003 y en 2009 caballero gran cruz de la Orden de Isabel la católica. Fue nombrado miembro honorario de la Academia Mexicana de la Lengua en agosto de 2001 y doctor honoris causa por varias universidades, entre ellas Harvard, Cambridge y Nacional de México.
            Hasta el día de su fallecimiento, fue considerado por un sector del público y de la crítica literaria candidato para obtener el Premio Nobel de Literatura. El peruano Mario Vargas Llosa expresó su deseo de que el siguiente autor de la lengua en recibirlo fuera Carlos Fuentes. Dijo Fuentes poco tiempo antes: Cuando se lo dieron a García Márquez (1982) me lo dieron a mí, a mi generación, a la novela latinoamericana que nosotros representamos en un momento dado. De manera que yo me doy por premiado.
            Carlos Fuentes nació de padres mexicanos en Panamá, el 11 de noviembre de 1928. Su padre era diplomático, por lo que el escritor pasó su infancia en diversas capitales de América: Montevideo, Río de Janeiro, Washington D. C., Santiago de Chile, Quito y Buenos Aires, ciudad a la que su padre llegó en 1934 como consejero de la embajada de México. Pasó los veranos en la Ciudad de México, estudiando en escuelas para no perder el idioma y para aprender la historia de su país. Vivió en Santiago de Chile (1941-1943) y Buenos Aires, donde recibió la influencia de notables personalidades de la esfera cultural americana.
            Llegó a México a los 16 años y entró al bachillerato en el Colegio México de la capital. Se inició como periodista colaborador de la revista Hoy y obtuvo el primer lugar del concurso literario del Colegio Francés Morelos (hoy Centro Universitario México).
            Se graduó en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México y en Economía en el Instituto de Altos Estudios Internacionales de Ginebra.
            En 1972 se convirtió en miembro de El Colegio Nacional: fue presentado por el poeta Octavio Paz y su discurso de ingreso se tituló "Palabras iniciales".
            Se desempeñó como delegado de México en numerosos organismos internacionales y, desde 1972 hasta 1976, como embajador de su país en Francia. Destacó como profesor en las universidades de Princeton y Columbia y catedrático en las de Harvard y Cambridge.
            Gran aficionado al cine, escribió varios guiones. Durante toda su vida colaboró en periódicos y revistas de ambos lados del Atlántico.
           
            Hijo de un diplomático, la política estuvo presente y condicionó tempranamente la vida y la obra de Fuentes. Los constantes viajes por el mundo le permitieron adquirir una cultura cosmopolita y hablar fluidamente idiomas como el inglés y el francés. Elemento central en muchas de sus obras, Fuentes siempre se mantuvo cercano y opinando sobre la situación política mexicana, escribiendo artículos sobre cuestiones de actualidad. En su papel de intelectual y figura pública tuvo lugar una de sus actuaciones más polémicas, cuando defendió al presidente Luis Echeverría de las acusaciones que lo señalaron como responsable de la matanza de Corpus Christi del 10 de junio de 1971, en medio de una polémica que dividió a la intelectualidad mexicana de la época entre quienes criticaban y quienes apoyaban al gobierno, bajo la consigna "o Echeverría o el fascismo".
            Entre 1975 y 1977 ocupó el cargo de embajador en Francia como homenaje a su padre. Durante su gestión, abrió las puertas de la embajada a los refugiados políticos latinoamericanos y a los de la resistencia española. Asimismo, actuó como delegado en la Conferencia sobre Ciencia y Desarrollo en Dubrovnik, Yugoslavia. Renunció al cargo durante el gobierno de José López Portillo, en protesta por el nombramiento del expresidente Díaz Ordaz como primer embajador de México en España después de la muerte de Francisco Franco.
            En diversas ocasiones habló favorablemente de Fidel Castro aunque, en algunas otras, le puso reparos importantes. Elogió también la apertura de Raúl Castro. Fue amigo personal de hombres poderosos de la política mundial, como Bill Clinton o Jacques Chirac, y de la economía empresarial, como Alberto Cortina (ACS, Banco Zaragozano, etc.), el empresario Javier Merino, el propietario de la multinacional Cámper, el mallorquín Llorenç Fluxà; Alfredo Sáenz (vicepresidente del Banco Santander), los millonarios Josep María Ollé, Leopoldo Rodés o el hotelero Simón Pedro Barceló, del Grupo Barceló.
            En las elecciones federales en México de 2006 acabó criticando duramente al candidato de izquierda Andrés Manuel López Obrador. Tras el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, al principio se mostró favorable a la candidatura de López Obrador para los comicios de 2012, pero poco antes de su muerte calificó tanto a este como a los otros candidatos, Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota, de "mediocres" y "poco interesantes" y aseguró que no votaría por ninguno de ellos, al tiempo que lamentó que el jefe del Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, estuviera ausente de la contienda porque, en su opinión, era el "más inteligente".

            Gran aficionado al cine, escribió guiones para numerosas películas, como Las dos Elenas, filme corto basado en su cuento homónimo y dirigida en 1964 por José Luis Ibáñez (director de otra cinta, Las dos cautivas, también basada en una historia de Fuentes), El gallo de oro (1964, adaptación, junto con Gabriel García Márquez y el director de la película Roberto Gavaldón, de la novela corta homónima de Juan Rulfo), Un alma pura (1965), Tiempo de morir (1966, junto con Gabriel García Márquez), Pedro Páramo(adaptación de la novela de Juan Rulfo, con Carlos Velo, director, y Manuel Barbachano Ponce, 1967), Ignacio (también adaptado de un cuento de Juan Rulfo, 1975). El mexicano Juan Ibáñez rodó en 1965 Un alma pura, Sergio Olhovich filmó Muñeca Reina en 1972 y en 1988 Orlando Merino realizó el mediometraje Vieja Moralidad. Estas tres películas se basan en relatos homónimos del libro de cuentos de Fuentes Cantar de ciegos.
            Su novela La cabeza de la hidra fue llevada al cine en 1981 por el director mexicano Paul Leduc, bajo el título de Complot Petróleo y con guion del propio Fuentes. El argentinoLuis Puenzo filmó en 1989 Gringo viejo. Produjo la serie televisiva El espejo enterrado, que se comenzó a difundir en 1992 y sobre cuya base se publicó el libro homónimo.
            El profesor Lanin A. Gyurko, de la Universidad de Arizona, ha demostrado, en The Shattered Screen. Myth and Demythification in the Art of Carlos Fuentes and Billy Wilder (New Orleans: University Press of the South, 2009) y Magic Lens. The Transformation of the Visual Arts in the Narrative World of Carlos Fuentes (New Orleans: University Press of the South, 2010), la influencia de Carlos Fuentes en el cine norteamericano y la del séptimo arte en la obra literaria del escritor.
            Carlos Fuentes falleció en la Ciudad de México el 15 de mayo de 2012, a los 83 años, debido a una hemorragia masiva originada por una úlcera gástrica. El 16 de mayo sus restos fueron homenajeados en el Palacio de Bellas Artes, y posteriormente fueron cremados para ser depositados en el Cementerio de Montparnasse, en París, donde descansan los restos de sus hijos Carlos y Natasha.
            El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México creó en julio de 2012, en honor al escritor, el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el Idioma Español. El galardón —que se entrega anualmente el 11 de noviembre, día del nacimiento del escritor— distingue el conjunto de una obra, y con 250.000 dólares será el segundo premio literario mejor dotado del Hispanoamérica, después del Planeta. Fuentes escribió hasta el final de su vida: dejó terminada la novela Federico en su balcón (que salió a luz en noviembre de 2012) y había empezado otra, llamada tentativamente El baile del centenario. 

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