lunes, 22 de abril de 2019

Edith Amieiro-Argentina/Abril de 2019


EL FRUTO DEL HOMBRE


Rompiendo su cárcel de yema dorada,
tierna flor perfuma desde una ventana
y el dolor que crece,
repartiendo frutos de sabiduría,
presencia el milagro hacedor del día.
El polen dorado, preñando al pistilo,
con mágica alquimia propaga la vida
y el dolor se calma, porque con sus rayos
un sol voluptuoso a la tierra abraza.
En una eclosión de brillos y verdes,
nueva primavera al amor enciende.
Rompiendo la cárcel de flujos y sangre,
el fruto del hombre a la vida se abre;
hay un llanto virgen de atávicas lágrimas,
en tanto una madre muy emocionada
emprende una senda ,para darlo todo
a cambio de nada.

Tomado del Facebook

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