lunes, 22 de julio de 2019

Laura Beatriz Chiesa-Argentina/Julio de 2019


HACIA LO DIVINO 

De tu final, mi Dios, nos habla el mundo
y hablando se estremece y horroriza.
Incapaz es de verte y agoniza.
Y en su agonía vuélvese iracundo.
Creyendo en tu abandono, es profundo
el dolor que sostiene y analiza.
Su alma vierte llanto, no sonrisa,
con pedidos al Padre. Yo me inundo
en los líquidos vanos del desvelo,
aquellos del temor y el desconsuelo
que adormecen la luz, las ilusiones.
Pero mi sed de Ti, siempre reclama.
Sólo puede entender aquel que te ama
y traduce en amor ciegas pasiones.

de HABLANDO ESPACIOS

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