viernes, 16 de junio de 2023

Jorge Baudes-Argentina/Junio 2023

Imagen creada con IA

 

Decadencia
 
 
Alisó su falda tratando en forma infructuosa que la misma se aproximara a sus rodillas desnudas. Ajustó la remera a su prominente talle para poner en valor lo que había invertido en el cirujano plástico. Su pelo lacio, de un profundo negro azabache apenas disimulado detrás de la tintura dejaba entrever una presunta juventud que la había abandonado tiempo atrás sin haberla noticiado.

 

Salió a la calle y detuvo a un taxi. Bajó a media cuadra antes de la arribar a la entrada de la disco. camino bamboleando su cintura tratando de despertar lujuriosas miradas de aquellos que mataban el tiempo arrojando volutas de humo en medio de la noche dibujando anillos en el aire espeso en un breve compás de espera hasta que el ambiente del Night club tomara temperatura.

Selva sentía una soledad que la apretaba. Las paredes de su pent-house la habían hecho prisionera y cada noche sus sábanas la aprisionaban como una mortaja, Y solo la bebida y sus pastillas lograban vencerla y entregarla a un profundo sueño, cómo si hubiera caído desmayada.

 

La barra tenía un taburete desocupado. trepó al mismo con gracia y pidió un Martini mientras cruzo sus piernas con descuido para dejar entrever sus intenciones.

 

Una copa de cristal chocó con la suya provocando que elevara su mirada.

_ Me llamó Juan y vos?

_ Selva.

_ Selva a secas?

_ Y, depende quien lo pregunte y para que desea saberlo

_ Es que, la música me aturde y …una charla más placentera podríamos tenerla en un ambiente más sosegado, más tranquilo.

_ Y donde queda ese lugar tan enigmático y atrapante?

_ en la butaca posterior de mi … bueno, a secas…depende quien lo pregunte y para que quiere saberlo.

_ Ja, ja. bueno si querés conocer qué hay más allá de Selva tendrás que mostrarme qué hay más allá de la butaca posterior de tu…

 

La estridencia de la música y los hedores de las bebidas blancas se llevaron la noche por delante dejando sus huellas en adormilados parroquianos deambulando las veredas del barrio compartiendo entre ellos lujuriosas charlas sobre sus hazañas de conquistas.

                   

Un cuerpo inerte interrumpió sus pasos. Su rostro, ensangrentado mostraba huellas de una desigual contienda. su ropa ajada dejaba traslucir la vehemencia de la agresión sexual que había sufrido.

_ Despejen, despejen, clamó el oficial quien advertido por los curiosos transeúntes se aproximó a la víctima. Cubriendo la desnudez de la joven con su chaqueta. Un bolso de mano con tachas doradas podría ser el portador de su identidad. estaba vacío. solo en su interior una tarjeta con un saludo de cumpleaños que irónicamente decía: “Felices 50 querida Selva” …

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