DESCAMINADO
Habitante de la desmesura
paciente del color
con voz delgada
y pensamiento raso,
intenta traducir la noche
nostalgia en fuga,
sigue los rastros del azar
desgranando las horas
en pequeñeces indebidas,
sin atinar a trasponer
las márgenes de la verdad
para adueñarse
de esplendores sazonados,
tanteando los azules
y los rojos
vaga sin asumir la herencia regia
que corona su frente.
Alguna vez
tendrá que besar
la tierra con sus dedos,
detenerse a escuchar la canción del polen
rescatar las dignidades
que postró el dolor
después de ir decapitando monumentos,
haciendo estallar los cristales del orgullo
para que todo se duerma
reducido a lo perpetuo
bajo la inagotable paciencia
de la estrella.
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