sábado, 15 de mayo de 2010

Trinidad Aparicio-Barcelona, España/Mayo de 2010


Otoño


Otoño, estación del año en que los árboles se desnudan para dormir en invierno.

El álamo de mi jardín, despojado de su follaje, se asemeja al maniquí sin ropa que guardo en el desván.
Casi con ternura maternal lo miro y le digo: “Que tengas un reparador sueño invernal, mi árbol amigo. Yo seguiré cuidándote esperando tu despertar para decirte:

¡Buenos días Primavera!
                       
                                                                      Trinidad.  24/6/98

2 comentarios:

Laura Beatriz Chiesa dijo...

Querida Trini, con la ternura de siempre tu relato nos lleva a la vida misma. Te quiere,

Anónimo dijo...

Hola Trini, un relato querible como son los árboles, que nos dan su sombra, su verde y algunos su aroma, sin pedir nada.

Muchos cariños!!!!!
Jóse