Gracias a las noticias
-¡Chau, gracias, buenas noches!.¡Ah, ¿Dónde dijiste que paraba el colectivo?¿Dos cuadras hacia allá y luego dos a la derecha? ¡Okey, chau!-
<<Que bárbaros. Estos muchachos sí que saben festejar. Muy buena carne y bien hecho el asado. Pero lo mejor, el vino. ¡Que rico el merlot!...me parece que me pase. Bah, no sé si con el vino o el champán del brindis. O a lo mejor me golpeó el coñac del final con el café. ¡Que rico el café! ¿Era para aquí que me dijo el colectivo? ¿Cuántas cuadras?. ¿Habré llegado ya? ¡Guarda, estas medio mareado Beto! ¡Prestá atención! Uy, me parece que justo allí viene. ¡Si!¡Y vacío! ¡ Gracias San Genaro! Bueno, ahora es un ratito, después casita, y………….. ……………………………………………………………………….
………………………¡Ay carajo, me dormí!…viste que te dije Beto que prestés atención! A ver donde estamos… a ver…me parece que…¡Si, ya llegamos! ¡Maestro, en la esquina por favor! Bueno, ahora a casita. Menos mal que hace calor. ¡O será que me abrigué mucho por dentro, Ja, Ja, Ja!
Pero…me parece que me bajé antes, ¿dónde estoy?, uy, ¡que cagada! Bueno, de últimas, espero otra vez el bondi. ¡Mientras la sube aguante! ¿Qué calle es esta: Hidalgo?.
¿Como llegue a la calle Hidalgo? Y la otra esquina es… es…¿Warnes? ¡Que macanón. Me parece que me subí a cualquier bondi. Buehh….paciencia. Busquemos la parada del que corresponde. ¡Jah, mucha gente en la lleca para preguntarle no voy a encontrar!¡Cristo!
Mirá el nombre de este bodegón: “La Nuova Stella de Posilipo” Me trae recuerdos…..¿Y aquella fonda: ”La Hormiga de Oro”? Siii… ¿ De dónde conozco esos nombres? Esta calle es…..¡Murillo! Y esta fábrica que esta acá es, es….¡ curtiembre “La Universal”! Pero……..¡El “Café Izmir”!. Entonces, aquí lo único que falta ..es…- y en el cruce de las calles Hidalgo y Monte Egmont casi llevo por delante a una señora mayor que “al rítmico golpeteo de su palo de escoba……..apretada su boca en un frunce cruel, sus ojos duros como piedras, el gesto de hiel y de vinagre, tormentosa la frente………” -¡Chacharola!-grité, tomándola de un brazo para no desparramarla por el suelo.
-¡La putta de la tua mamma!- me dijo, y se fue chancleteando.
-¿Dónde estoy, como llegue a meterme en el universo de Adan Buenos Aires?-
Seguí caminando, totalmente desorientado, y al llegar a la esquina de Warnes y Monte Egmont, al lado del palo indicador de la parada del colectivo, un hombre, “ aire de majestad ofendida, notable perfil de mentón hundido entre los dos alones de un enorme moño descolorido, melena profesional lloviendo torrencial sobre un mugroso cuello palomita”, saco al menos dos talles más grande del necesario, fumaba ininterrumpidamente.
-Perdón señor, estoy un tanto desorientado. ¿Dónde para el sesenta para Olivos?-
-Jah- mirándome con desdén.-“¡No me venga con pamplicnas!”.¡Usted lo que tiecne es un pecdo fenocmenal!-
No me costó mucho reconocerlo.-¡El Príncipe Azul!-
-El mismo-me dijo.-Tratando de escapar del universo del maldito Don Leopoldo-
-¿Por qué?-pregunté decididamente aturdido.
-¿No se dio cuenta que por ser yo marxista cuando trabajo para él me disminuye presentándome casi como un payaso y otorgándome un tic que no tengo en realdad?-
-¡Ah, el famoso cccccc!-
-Como buen burgués todo el que levanta la voz es para él objeto de odio. ¿Vio que me pinta serio, avinagrado?-
- ¿Y usted no es así?- pregunté con dudas.
-¡Que va!. Escuchemé, Beto. Para que sepa yo soy un poeta. Que digo, ¡Un artista!.No un “payasito”, ¿entendió? Y pongo mi arte al servicio del pueblo. Además, tengo varios versos míos publicados en….
-Si, si, ya se, en “El Alma que Canta”. Pero…¿cómo es que sabe mi nombre?- comenzaba a asustarme.
-¿Cómo? Usted viene a mi mundo, a mi esquina, conoce mi nombre. ¿Todavía se extraña que conozca el suyo? Y sé muchas cosas más. Lo que pasa es que no sé si usted quiere o no que se las diga.-
-Que, ¿me va a leer las cartas?-
-¡No diga pamplicnas, quiere!.Caramba, me enojé y reapareció el tic.
Yo soy un estudioso, señor. Le hablo de la historia del pobre hombre que un invierno crudo murió de hambre afuera de un caserón donde los burgueses se daban un atracón de padre y señor nuestro-.
-Uy, reapareció la historia-
-¡La historia nunca cambió!¿Se olvida cuantos pibes muertos por desnutrición mostraron los diarios últimamente?.-
-¡Pero fue más por falta de educación!-
-¿Cuál educación, la de los pibes malnutridos que van al colegio porque al menos allí reciben una comida?.¿O la de los que van dopados, porque a fuerza de enchufarles droga los convierten en soldaditos de la muerte?.O la de aquellos que reciben el diploma para que el sistema no tenga que mostrar sus falencias haciéndolos repetir el año?-
-Ufa. Ustedes, los que cantan la Internacional, siempre ven todo negro-
-¡Ah, claro!.Porque canto:” Arriba los pobres del mundo, de pie los esclavos sin pan, y gritemos todos unidos, viva la internacional”, cree usted que soy un tontito resentido. Mire, gracias a los que dicen querer cambios, van a venir tiempos peores-
-Ah, se. ¿No me diga?-
-Ya va a ver, ya va a ver. La rueda va a girar así: devaluación, aumento desmesurado de los precios, caída del ingreso- y como un oráculo maldito continuo enumerando,- desempleo, retiro de los subsidios, perdida de los beneficios jubilatorios, grandes ganancias para empresas multinacionales y un reducido grupo de funcionarios, negociados espurios, . Que, ¿No me cree?-
-¡Vaaaamos!-
-¡A, usted es como su amigo Marechal que dice que vemos “tiranos” en todos lados?.¿Y porque se cree que crearon las policías locales?.¡Para controlarlo, Beto. No va poder mear sin que lo sepan los que mandan.-
-Seeeeee; bla, bla bla………..
-¡A ver los que sacaron con camarote!- al llegar a Constitución el chofer de la línea sesenta grita despertando a varios que hicimos el recorrido durmiendo.
-¿eh…. eh….?.¡Aaaaah!.
-Uf, ay ¡por Dios!. Menos mal que fue solo un mal sueño.
Al bajar, semidormido o apurado para echar una meada, deje olvidado en el asiento
el diario Pagina 12 dobladas sus hojas en la noticia que leyera por la mañana: “ Grupo de economistas, entre ellos Prat Gay y Melconian, piensan cien leyes para aprobar a poco que Macri gane la presidencia.
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