La noche sin Luna
He salido a cenar, con mi esposa Elida.
El tiempo que nos queda, determina la curva final de nuestras vidas… nos iremos sin conocer España.
Algunos silencios, gritan la vida no detenida.
En el instante de la cena, casi al comenzar le propuse cerrar los ojos y descubrir en el vino algo más.
Corto tiempo.
Al abrirlos nuestras copas estaban vacías.
Sentí, que la vida había transcurrido en esa cena.
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