martes, 12 de enero de 2010

Rubén Amaya-Provincia de Tucumán, Argentina/Enero de 2010




el mundo por el medio

la tarde se vestía de amarillo rabioso en la vereda
había un aire de sábado a la noche
danzando en el espacio inmóvil
desde mi asombro amanecido
a su perfil prepotente
yo andaba enredado en las orillas de mi infancia
donde hasta el gris es luminoso
de puro descubrirlo
ella vivía un verano desatado
entre sus piernas de mujer y ojos de niña

hubo el fulgor antiguo de un relámpago
que me partió el mundo en dos mitades
desproporcionadamente iguales

fue intuirla y perderla
en un mismo sonido

al dar vuelta la esquina
me quise acomodar la adolescencia
tonto y solo
como un gorrión en la tormenta

ella
cuando duerme
ella me dice que la primavera está en camino
que sólo con extender mi mano
puedo llegar al límite del mundo
donde la vida se roza con la vida
en la copa ritual de su vientre
cuando limpia la casa
ella me dice que todo es posible
que la pobreza es una cuestión extraña
que aunque insista en sentarse a la mesa
cerrarnos la puertas gastarnos los zapatos
es una forastera de la noche
cuando no está
ella me dice que el día está creciendo
que no vaya a salir sin su coraje

si me cambio de ropa no me olvide los sueños
si algo no encuentro en su sitio
lo busque sin dudar en el espejo

cuando vuelve
ella me dice
que somos el umbral de la aventura
y yo le creo

1 comentario:

Graciela María dijo...

"si me cambio de ropa no me olvide los sueños
si algo no encuentro en su sitio
lo busque sin dudar en el espejo"...qué sabiduría, como para no creerle... Felicitaciones, muy bien logrado...

http://webs.uolsinectis.com.ar/vida-reflexion