miércoles, 13 de enero de 2010

Sergio (Gito) Minore-Buenos Aires, Argentina/Enero de 2010


Cuando vayas a Tilcara



Cuando vayas a Tilcara

no tengas ningún recato

en confesarle tu amor,

generosa ella

de brazos abiertos

te recibirá en su regazo.

Respírala,

acaríciala,

descubre sus contornos

con los tuyos.

Cuando vayas a Tilcara

llévate en la mochila

un hermano,

haz que te comparta

ojos, corazón y brazos

para abarcar

un poquito más

de su hermosura.

Contémplala,

transpírala,

asimílala,

pero no te apresures

en apropiártela,

mejor que nadie,

ella, te enseñará

cual es el tiempo mejor

para que resplandezca

su sol en vos.

Y no te olvides,

ni te espantes,

si entre tanto

encanto

al borde de tus pies se abre

el insondable abismo

de encontrarse a uno mismo,

preguntándose el por qué.

Sólo entrégale tu alma,

para que,

entre sus susurros

de tierra antigua,

te vuelvas

inesperadamente

virgen.

Sé paciente,

ella siempre se adueña

hasta de tu sombra.

Cuando vayas a Tilcara,

hermano,

confiésale tu amor

y recuérdale,

de paso,

que aún entre el embrujo

de su canto,

recuérdale hermano

que aún la extraño.



Del libro "mínimamente"


1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias Graciela por la publicación!!!!! Me encantó como quedó!
Te mando un gran abrazo y hasta pronto!!!!
Gito