sábado, 20 de febrero de 2010

Alba Bascou-Buenos Aires, Argentina/Febrero de 2010


Amanecida


La ventana inundada de luz por el sol.

Sol que llega desde el afuera.

Desde esas grúas portuarias

Y ese río,

que sigue estando callado.

En el mismo lugar.

Sin quejas.

Con color amarillento

de poeta.

Lejano.

Las nubes lijan rascacielos,

perdiendo los extremos de sus puntas,

introduciéndose en el cielo.

O lo que llamamos cielo.

Y una luz perdida

se enciende otra vez

buscando un lugar dentro de mí.

Burbujas de sueños soñados

en estado de vigilia

Se ponen en movimiento

desplazándose con temor.

Vísceras. Músculos. Carne.

Mente. Ideas. Deseos.

Suspiros.

Angustia.

Aleteada de ternura

Todo puebla la esencia.

El ser se despierta.

Retorna a la vida.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Alba: un poema ilustrado con la palabra, con el color de lo opaco, de lo quieto y el renacer que nos hace ver todo distinto. Lindo poema. Un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.