domingo, 21 de junio de 2015

Rosalba Pelle-Argentina/Junio de



HAY UNA SED…

Una sed infinita
hace doler mi alma
hay  sed, como una víbora
que destruye mis entrañas.

Incendio que me quema
impotencia rugiendo
sin dejar claros en el horizonte.
El ceibo
la pitanga
el nogal de mi parque
compasivos
me ofrecen su sombra
y una nube me regala
su frescura blanca
en este amanecer de domingo.

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