sábado, 23 de junio de 2018

Nélida Vschebor-Argentina/Junio de 2018


DISFRUTE COTIDIANO



Hoy la plaza está enmudecida. Sólo los trinos de algunos pájaros quiebran cada tanto el espeso silencio.
En realidad, este calor bochornoso no ayuda. Hasta las flores inclinan sus pétalos tratando de evitar los rayos inclementes.
El ambiente transmite una pesada modorra, que poco a poco se va  adueñando  de mí.
De pronto todo cambia. Se inunda de gritos y risas.  Música para los oídos. Son los pequeños que invaden el espacio. Saliendo de la escuela se acercan por aire y solaz. Es hermoso ver tanta energía y regocijo.
Ahora estoy totalmente despejada. La fuente toma vida y se inician las danzan del agua. Hasta los brotes  parecen renacer.
Entonces unos niños curiosos me rodean. Ríen con picardía. Pero para mi desasosiego aparecen con algo en la mano.
¡No! ¡No escriban! ¡No dibujen!
¿No ven que soy la única estatua del lugar?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nelly que tal como estás tanto tiempo . Me gustó tu cuento, siempre relatas tan lindo. Besosss Josefina