martes, 20 de septiembre de 2022

Charo Aladro-argentina/Septiembre de 2022

EL DESEO. ÓLEO SOBRE LIENZO DE 60X50 CM

 

DESEO

 

Nos reencontramos sin imperativos, ni reticencias,

sin compromiso, sin consecuencias,

libres como antes tú y yo,

abrigados por nuestra conciencia,

con los recuerdos por bandera.

Y de frente nuevamente

disparando mis sentidos,

y todo mi deseo lo dejo en el aire,

tal como éramos antes tú y yo.

Ahora que el recuerdo me devuelve a un pasado que vive en mí,

el corazón se me desboca,

apartando a la razón como si fuera mala hierba,

y sin saberlo ni pretenderlo,

te instalas en mi cabeza dejando sola a mi soledad.

 

A ti y a mí, nos faltaron años a nuestro pasado,

nos faltaron, besos y sexo,

confesiones lícitas e ilícitas.

Reconocernos que nuestra historia

era una ventana abierta a la vida,

pero no supimos decirlo en voz alta…

Nos faltó verbalizar sentimientos,

por ignorancia, por recelo, por vergüenza,

por miedo a ser traicionados, yo qué sé…

Nos faltó dar un salto sin paracaídas y ¡volar!

 

Nos faltaron fotos que guardaran nuestras sonrisas

y que hoy nos recordaran lo sencillo que era todo.

Fotos que nos recordaran que ser feliz era fácil,

que teníamos los cajones llenos de confianza,

de ilusiones y nuestros recuerdos serían eternos.

Saber que podíamos equivocarnos, rectificar, y volver a empezar.

Entonces éramos los dueños de nuestra vida y decidimos pasar de puntillas,

sin pararnos ni hacer ruido.

 

Pídeme lo que no me pediste hace cuarenta años,

pídeme que no me vaya,

pídeme un beso, una caricia, una llamada…

pídeme que vuelva a reírme por tonterías

y que cierre los ojos para volver a los 18 años nuevamente.

Pídeme que te exprese libremente mis miedos,

y que te diga cuanto te quiero.

Pídeme lo que nos faltó en su momento,

más nosotros y menos ego.

 

Y ahora, cuando hemos desperdiciado media vida,

me prometes hacerme feliz con lo que nos queda

y me pides que te diga qué es lo que deseo.

Esta vez no dudo.

Llevo cuarenta años pensando que,

deseo que me pienses como te pienso,

deseo que me veas como te veo yo,

deseo que, sin necesitarme, necesites de mi como amante,

como amiga incondicional, como testigo fiel de tu vida,

igual que lo necesito yo.

Deseo que se te encoja el estómago cuando escuchas mi nombre o lees mis mensajes,

igual que me tiembla a mí el pulso y se aceleran mis latidos.

Deseo verte y ansío abrazarte hasta ser uno.

Olerte para llenarme de ti con todos los sentidos,

besarte, voluptuosa y exuberante,

hacerte el amor con toda la intensidad que marcan mis ganas,

y desvelarte de una vez, sin eufemismos ni artilugios,

todo lo que he guardado durante este tiempo.

Te deseo tanto, que no encuentro palabras que puedan resumir toda una vida escondida,

y me da al mismo tiempo una pena infinita no tener más vidas para darte,

y odio mis años por no tener más futuro a tu lado,

y odio mi pasado porque me alejó de ti sin saber por qué.

 

Es por ti que pierdo el pudor y mis complejos,

por ti que cada mañana enciendo la bombilla del buen humor,

por ti que me siento poderosa de nuevo,

y deseo que me digas, mirándome a los ojos,

que eres más feliz si estás a mi lado,

que te sientes más hombre cuando me oyes decir que te deseo

y que me beses… cómo sólo tú sabes, con la misma pasión de antes,

invasivo y explosivo,

voraz y lujurioso.

Deseo que tu boca deguste cada rincón de mí,

y mi cuerpo anticipe el vértigo que vendrá.

Deseo que se derrita mi piel con el calor de tus dedos y

temblar previendo el placer que siempre produces en mí.

Sentir tu aliento cálido en mi oído susurrando un TE QUIERO.

Deseo sentir tus manos recorriendo el sinuoso mapa de mi cuerpo,

delicadas y etéreas, dejando un sitio a mi imaginación

y a la incursión imperiosa de mi lengua en tu espacio,

sensual, provocadora,

y disfrutar viendo cómo se dilatan tus pupilas

invitándome a seguir inventando.

Deseo perder las formas mientras enlazo mis piernas en tu cintura,

y me escondo entre tu hombro y tu cuello….

Esta espera interminable para poder verte exacerba mi deseo de ti,

y anhelo ese abrazo perfecto que te nubla la mente

ordenando a los sentidos que tomen el control.

Ahora vuelvo a sentirme mujer, por delante de la esposa, de la hija y de la madre.

Solo mujer, a la que no le pesan los años,

conocedora de su fuerza y del poder de la palabra,

esa palabra que puede ser sugerente, dulce, orgásmica en ocasiones.

 

Cómo antes, has conseguido que me sienta bella de nuevo,

y con el absoluto convencimiento de que nada nos puede vencer.

Has conseguido recordarme la importancia de sentir,

despertando siempre deseos vivos entre nosotros,

y tiemblo, anhelo, añoro, imagino,

desespero cuando espero, rio contigo y me desvelo por ti,

y sin ti me pierdo.

 

Pero mi razón me pide cautela, mientras mi corazón se desboca,

y yo justifico de mil maneras la realidad, para no reconocer que

no quiero sentirme como Penélope de nuevo

y pido no quedarme esperando otro café,

que, como antaño, nunca llegó.

 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

.MUY LINDA ELECCIÓN DE COLORES, MUY BIEN LOGRADAS, LAS SOMBRAS, PARA LOS PLIEGUES DE LAS TELAS, TE FELICITO CHARO...

CHARO ALADRO dijo...

Muchas gracias por sus amables palabras. Espero que el poema también haya sido de su agrado.