sábado, 23 de agosto de 2014

Luis Tulio Siburu-Buenos Aires, Argentina/Agosto de 2014



EL FALSETE 

Se siente fuerte el calor, esta mañana del primer día de agosto en Madrid. Seguro no baja de 30 la temperatura. Manolo Puente ha dormido muy mal. Anoche le han dado el finiquito en  su trabajo de charcutero en “El museo del jamón”, luego de diez años de levantarse y agacharse doscientas veces al día detrás del mostrador. Hoy es un parado mas en esta España desconocida si se la compara con seis años atrás. No quiere quedarse acostado, eso lo puede deprimir. Lo mejor es salir de la cama enseguida y buscar para tratar de colocarse – en lo posible - dentro del ramo hostelero. Abre la ventana de su modesto segundo piso por escalera en la – paradójicamente - calle Del Buen Suceso, zona de Argüelles. Del bar de abajo le llega el aroma de tostadas con tomate y aceite de oliva que están preparando para los desayunos de los madrileños. Su estómago le pide un café con leche caliente y un churro; por suerte en la cocina que está en la misma habitación ha quedado algo de ayer. Se da una ducha rápida, elige calzado cómodo para larga caminata y sale a fabricar su próximo destino bajando por Princesa rumbo a Plaza de España. Los ojos se le van de izquierda a derecha y los pies de acera a acera, preguntando en cafeterías, bares, restaurantes, en fin, todo lugar de servicio de comidas. Cabezas con el giro del “no” le van carcomiendo las esperanzas. Ya está en La Gran Vía llegando a Callao. Ahora coge Preciados hasta La Puerta del Sol. Son mas los turistas junto a las vidrieras que los carteles de “ se busca ayudante de cocina y  camarero ” ; ya ni siquiera le importa estar cortando el jamón, se conforma ahora con cualquier tarea de bar. Deja para mas adelante  pensar en las obras viales, repartos varios subido a la caja de un camión, vigilancia en las grandes almacenes. Sigue derecho por Carretas para llegar a la Plaza Jacinto Benavente. Se encuentra con su amigo Felipe, quien le recomienda una página de la web donde suelen aparecer algunos anuncios de diferentes tipos. Buena idea piensa. Entra en un locutorio. No es hábil para manejar el ordenador y sin querer termina en el blog “La espada del Zorro”, con un lema que reza: “filo independiente de tirios, troyanos, felones y perdularios”. No entiende de que se trata esa sucesión de nombres raros pero sí le llama la atención el título de mas abajo – con la foto del presidente del Gobierno español – ”El rebuzno del falsete”…y comienza a leer…  

“…El rebuzno presidencial sonó en falsete. Rajoy  probó de nuevo no ser la clase  de persona a quien se le puede comprar un coche usado.(...) Monólogo inconsistente y falso, a partir del cual, este mandatario propio del medioevo y su gabinete  de  malvados e incompetentes se verá inmerso en nuevas dificultades operativas…”.
 

-Joder, qué fuerte, exclama Manolo…Así que yo estoy aquí sin curro y éste, que fue elegido para dar soluciones, resulta que es un gran falsete, según la interpretación del periodista. Mejor vuelvo a la calle y sigo buscando antes que todo se ponga peor. Ya es mediodía.
Sale casi justo frente a la Plaza Santa Ana, pero como todo buen gallego decide continuar un poco mas allá  - cerca de Plaza del Ángel – y tomarse una sangría en el famoso bar “España Cañi ”.
No se imagina - a pesar del gasto extra - que esa detención en su búsqueda le traerá la suerte que no todos encuentran en el primer día de parados.
-¿Qué haces a esta hora por aquí Manolo? La pregunta viene del patrón del lugar, Benigno, un viejo vecino – gallego como él - de aquella Pontevedra de la juventud, etapa de la vida en la que se separaron para irse cada uno por su cuenta a la capital, detrás de mejores curros.
-Parado, como casi todos, responde.
-Pues has llegado en un buen momento. Un camarero argentino y nostalgioso se me acaba de marchar ayer a Buenos Aires, así que el puesto es tuyo.
-Eres la leche Benigno. Me das una gran ayuda.
-Olvídáte de los políticos Manolo. Son todos falsetes. Mira que le hizo   Bárcenas al presidente. Mejor sientate en aquella mesa que te invito a una ración de calamares y pulpo. Hace tanto que no  hablamos…
-Es verdad…sabes una cosa…es la segunda vez en el día que leo o escucho la palabra falsete…y yo que pensaba que se usaba solo para referirse a la voz aguda de cabeza de nuestro famoso Camilo Sesto. No sabía que además, era sinónimo de falso.
-Déjalo ahí Manolo… ¿te traigo otra tapita?  


3 comentarios:

Rolando Revagliatti dijo...


A este lector, que conoció Madrid este año, en el plexo le dan las referencias: el calor -que ya hacía en primavera-, Preciados, La Puerta del Sol, El Museo del Jamón, las tapitas, vocablos como "charcutero"...

Gran saludo para el autor de "El falsete".



Rolando Revagliatti

Laura Beatriz Chiesa dijo...

Luis; APLAUSOS!!. Me has hecho caminar por la Gran Vía y recorrer las calles por las que has llevado tu relato. El FALSETE tiene varias acepciones y también -el relato- ha servido para conocerlas. Me encantó compartir esta revista contigo. Un abrazo,

Anónimo dijo...

Muy bueno tu relato Luis como todos los que escribes.

Josefina