miércoles, 20 de marzo de 2019

Eduardo Vladímir Fernández Fernández/Marzo de 2019



CICLOS

Envejezco siguiendo la herida
que desciende por la cuesta.
Zafra de ideales, frutos, cosecha.

Frente a luz del espejo
la imagen arroja nieblas.
Los versos no he escrito,
la noche pide sedienta.

Como el rapaz herido,
como tarde fría y seca,
los pasos de peregrino
ya no cortan la floresta.

¿Adónde fuisteis amigos,
amigos de infancia nuestra,
como hojas que el destino
arrastró en la tormenta?

¿Acaso los huesos lisos
yacen en lejanas tierras?
Y donde cruzan caminos
ya vuelve a crecer la hierba.

En la ciudad huecos nidos
lloran viejas arboledas.
Desde seno de la tierra
ya brotaron ramas nuevas.

¿Adónde fuisteis los hijos,
vástagos de la colmena?
Otoño es y el viento frío
no traerá flores frescas.

¿Quién puede creer entonces
en plenitudes eternas?
Rotando giran los ciclos,
vestigios somos de cera.



1 comentario:

Miguel Balza dijo...

Que hermoso Poema!!! La existencia es el basamento literario para que surja la libertad,sentir y escribir!!

Gracias por sus Palabras, Libertad del Escritor!!