lunes, 22 de julio de 2019

Marcos Aguilar-México/Julio de 2019


El Yeison y el Maicol


De chiquillos todos, en el barrio, a los más nos veían y nombraban panzones y piojosos. Lo anterior porque a finales de los 50s e inicio de los 60s, a la colonia Sección XVI, ahora Belisario Domínguez, más conocida como la Zona de Hospitales, en Tlalpan, la motejaban La piojito. Y en ese llamarse; entre sonrisas y llantos, prisas y esperas,  nacimientos y lutos, andando y corriendo, nos supimos adolescentes. Ya andábamos en eso cuando dimos cuenta que por las características de la diminuta geografía de la colonia nos clasificaron en dos subespecies: los de allá tras –algunos decían los de la arboleda- y los de la entrada o los de la calzada. Paralelo a lo anterior, dentro de la dimensión de las dos coordenadas emergió un nueva forma de nombrarnos y reconocernos; en lo individual: Marcos  el Chueco, Félix el Piricochas, Licha la Chueca, Male la de la Entrada, Lupe la Borracha, Don Ray el de la Chiquita, Diego el Dedos, El Chila, La Cocona, Lupe el Mariles; por mencionar a algunos. En los mismos tiempos, emergieron sobrenombres para diferenciar a parentelas famosas que bien podrían ser descripciones precisas de retratos de familia; de ellas, aún se recuerdan a Los Patalarga, Los Cachirulos, Las Polas, Los Oaxacos, Los Marranos, Las Chundas; por mencionar algunas. Pero por qué tanto rollo, preguntarán algunos. Pues bien, el pasado 5 de junio acudí a votar por mi preferencia político-racional-emocional. Para ello, me mantuve formadito y callado esperando mí turno, mientras a 20 o 30 metros de distancia, dos policías preguntaban a un chaval bien “pasado” los nombres de quienes le habían robado sus tortas: de su respuesta –que dio origen a este breve ejercicio de historia-, me nació una tenue sonrisa: - “Fueron el Yeison y el Maicol”; respondió el casi escuincle, a la vez que caminaba hacia atrás por temor que los Polis le dieron un buen chingadazo, mientras yo pensaba con signos de admiración: “-¡Ah!, cómo nos   hemos cambiado de nombres!

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