Tatuajes en el alma
A veces pienso que la mente es una trampa, una boca grande, oscura que puede tragarnos al primer error que cometamos o que cometa otro con nosotros, una trampa en la que es muy fácil caer y muy difícil salir pero pese a ello no me canso de repetir que la vida es hermosa lo que nos permite poner en marcha la rueda hacia lo incierto del mañana tratando de hacerla girar siempre hacia adelante. Basada en ese pensamiento fue que pasé mi vida sacándole punta a la esperanza, mirando hacia atrás pero consciente de lo que no debo repetir y lo que sí.
Hoy me encuentro atravesando un tiempo difícil de vivir y que será más difícil de olvidar aunque lo intentaré, pero teniendo en cuenta que las sensaciones de abandono, de desprecio, de soledad obligada dejan tatuajes indelebles en elma, que nos obliga a revivir recuerdos de tiempos en los que el mundo era distinto y la palabra no se había devaluado. y soy consciente de que caí en la trampa que mencioné y de la que me costará mucho salir y lo intento aunque se convierta en una tarea ciclópea. La esperanza es la que va adelante marcando mis pasos yy seguirá en esa posición. Porque amo vivir y tengo sobrados motivos para intentar mi felicidad aunque hoy se encuentre envuelta en un vendaje sostenido por mi propia pequeña anatomía. ¡qué cosa misteriosa puede impulsarme a dejar de andar si siento que de cualquier forma la vida golpea pero también acaricia lo que la convierte en maravillosa solo que a veces cometemos el error de no aprender a vivirla . No obstante Nada ni nadie logrará que entierre la esperanza que desaparece solo entrando en estado catatónico en los momentos más terribles. Despertando súbitamente para que no olvide que siempre está para seguir latiendo en cada renacer.
Andamos sorteando trampas , dibujando sonrisas, pisoteando los peores recuerdos sabiendo que con cada respiro vamos diciendo ¡Estoy viva, al fin, como decía Carl Jung: ¡nadie se ilumina imaginando figuras de luz sino haciendo consciente la oscuridad!
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