sábado, 15 de febrero de 2025

Roxana Rosado/Enero 2025


 

PERLAS

 

Me encantan las perlas

De vidrio, de plástico, de imitación,

De colores gris, ámbar, cetrino,

Blancas o color café con leche

En un collar, pendientes para la oreja

Una pulsera, obsequio de una navidad pasada

O creación de mis manos e imaginación.

A veces cuando la vida se torna dura como una piedra

Me gustaría ser una perla cobijada por la ostra

Protegida por su concha

Al abrigo del fondo del mar

Sin ser pescada, permanecer en la sombra

Hasta que mi ostra pereciera

Y me desintegrara o me perdiese bailando con las olas.

Pero eso es solo un capricho

Ni soy perla, ni me cobija una concha, ni soy amiga de las ostras.

Me las he comido con limón, sal y una pizca de chile

Pensando que así florecerían mis encantos y conquistaría al hombre perfecto.

¿Acaso existe? Lo dudo. Nunca he conocido ninguno.

Me conformo con soñar con el marino apuesto y galante que me cante un tango

Bajo la luz de la luna

Los años pasan, mi collar de perlas envejece, él adquiere valor con cada año que pasa.

Yo lo pierdo.

Porque la sociedad así es, cada arruga no es experiencia (aunque insista en decirlo).

Es arruga de vejez, símbolo de sabiduría

Y también de decrepitud.

Sé que algún día mi collar de perlas se romperá

Y cada una de ellas solo se sostendrá por un nudo

Ese nudo pequeñito que nos hace aferrarnos a la vida

Y nos lleva a la luz, a la luna

al mar

Floreciendo en otra ostra al amanecer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por publicar mis trabajos literarios. Preciosa imagen