PERLAS
Me encantan las perlas
De vidrio, de plástico, de imitación,
De colores gris, ámbar, cetrino,
Blancas o color café con leche
En un collar, pendientes para la oreja
Una pulsera, obsequio de una navidad pasada
O creación de mis manos e imaginación.
A veces cuando la vida se torna dura como una piedra
Me gustaría ser una perla cobijada por la ostra
Protegida por su concha
Al abrigo del fondo del mar
Sin ser pescada, permanecer en la sombra
Hasta que mi ostra pereciera
Y me desintegrara o me perdiese bailando con las olas.
Pero eso es solo un capricho
Ni soy perla, ni me cobija una concha, ni soy amiga de las ostras.
Me las he comido con limón, sal y una pizca de chile
Pensando que así florecerían mis encantos y conquistaría al hombre perfecto.
¿Acaso existe? Lo dudo. Nunca he conocido ninguno.
Me conformo con soñar con el marino apuesto y galante que me cante un tango
Bajo la luz de la luna
Los años pasan, mi collar de perlas envejece, él adquiere valor con cada año que pasa.
Yo lo pierdo.
Porque la sociedad así es, cada arruga no es experiencia (aunque insista en decirlo).
Es arruga de vejez, símbolo de sabiduría
Y también de decrepitud.
Sé que algún día mi collar de perlas se romperá
Y cada una de ellas solo se sostendrá por un nudo
Ese nudo pequeñito que nos hace aferrarnos a la vida
Y nos lleva a la luz, a la luna
al mar
Floreciendo en otra ostra al amanecer.
1 comentario:
Muchas gracias por publicar mis trabajos literarios. Preciosa imagen
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