Bichito de luz
Hace rato que no veo
bichitos de luz en el campo
y no sé si será
por el aumento en la población de sapos
o la constante contaminación lumínica
que nos impide ver tanto.
El caso es que
los extraño
y me provoca el llanto
porque me lleva a los ocho años
cuando la noche era todo un espectáculo
y ansiaba su regreso
para bailar un rato
en los prados.
Me llevaba el fresco
y contemplaba
los pedacitos de luz titilantes,
allá a lo lejos,
pero tan cerca mío.
Ahora con dieciocho años
temo lo que no veo
y me desespero
al no poder encontrar ni un solo rastro
del bichito inocente
de luz y el que fui.
Solo me asomo
ante los claros falsos
y trato de decirle a los sapos
que, por favor,
me guíen hacia la simpleza
del pasado.
poemario inédito “Miscelánea”
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