lunes, 23 de noviembre de 2009

Mariana Pianciola-Loma Negra, Provincia de Buenos Aires, Argentina/Noviembre de 2009



Qué noche, Leloche...

Era una noche de sapos. La lluvia cantaba. Las ranas, especialmente las "Anas", brincaban verdemente hacia sus escondites (allí las esperaban los confites recopilados en época seca).
En la otra punta del pueblo (era un lugar de tres puntas, mediocre digamos), un niño se ha ocultado quién sabe dónde porque se ha escondido tan bien que no puedo verlo (disculpen), mientras su hermana, tilinga y feliz, excitada y superficial, insegura y tarambana, juega en el tocador de su abuelita maternita.
-Es noche de trampas... -murmura al muro de la esquina un ciruja. Coloca la trampera con su cachito de queso junto al farol (el que no funciona, por supuesto), y desaparece bajo las sombras, pero sin irse muy lejos.
Ahora la lluvia ya no llueve y menos canta. El que canta, de senil y desubicado, es un gallo con insomnio. Vuela raudo y certero un ladrillo sin nombre que le sacude la cresta y el gallo...
-Gracias, Dios... mañana comemos puchero -dice Doña Ramona y se mete rapidito a la cocina.
Noche negra se ha puesto, algunos sapos quedan por aquí y por allá (gracias al arriba nombrado, no por acá porque me dan "cosa"); las ranas y el niño se mantienen en sus efectivos escondites. El ciruja, a pocos metros de la esquina, aún espera a la laucha o, si hay más suerte, al ratón con hambre. La niña sigue en el tocador y toca todo: peine, peineta, careta, peluca y peluquín, aros y aritos, collares y la foto del vecino: Luis Mares.
Todo se ha cerrado, igual que esta noche: lo insinuado, lo prometido, lo anunciado y lo amagado...
Punto final para otra historia y ahora dejo renglón en blanco, pongo nombre y apellido por las moscas y me voy un rato a mirar televisión con mi tía Leloche; me dijo que hoy pasó por una panadería y se trajo una docena de merengues con dulce de leche y dos de bolas de frailes... vamos a ver el último capítulo de la telenovela venezolana "Te quiero, ay mirá cómo, pero cómo te quiero Alcira Fabricia Luciana Pedra Ramira Ana y Luisa Mabel Ethel Fonseca Rivas Pedroza Smith Winchester United".
Ah, no me tengo que olvidar de decirle a Leloche de sacar antes la alfombra porque presté la aspiradora y no me acuerdo a quién.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Mariana: lindo relato, muy bien planteada las escenas. Un saludo de Laura Beatriz Chiesa.

Unknown dijo...

felicitaciones mariana muy bueno lo tuyo
un beso
Alicia

Anónimo dijo...

Felicitaciones por tu absurdo, querida Marianus. Me quedó la cabeza como una uva pasa... jaja.
Gracias por las risas, siempre vienen bien, eh.

Abrazote y cuidate mucho.

Juanca.

Anónimo dijo...

Mariana muy gracioso tu absurdo. Me encantó.
Y aprovecho para felicitarte además por de tu hija ayer en el Café Literario. Hermosa!

Beso grande y a seguir!

Viviana

Cecilia dijo...

Muy cómico y eso que habia sapos, felicitaciones Mariana,me he reido mucho.
Cecilia Pérez