domingo, 22 de noviembre de 2009

Rubén Boronat-Chile/Noviembre de 2009


Reconocimiento

A veces, no sabemos adonde van las semillas,
qué derroteros libran en sus sobrevuelos
para alcanzar la mano, el beso, el surco, el pecho…
dibujar la parábola
que las aves persiguen en el lienzo

Quería contarte que
tengo algunas germinando,
las cuido con esmero,
las observo,
me las meto en la boca, hacen chispitas,
me invaden por los ojos se universan,
engordan, adelgazan
me recorren,
excitan,
sublevan los instintos y latentes,
se quedan sigilosas al acecho.

Te quería contar, aquí
llegan tus mágicos óvulos de musa celestial
en celo ardiente,
envueltos en innumerables resplandores
a liberar el hambre en mis espermios…

Gracias, yo siempre estuve hambriento
no se o sediento…

fue como cualquiera para el mundo,
para mí fue de la vida esa mañana:
fui al origen agitado y líquido.

Las aspas sonaban como entrecortado viento
violentado

agonía de tempestad
tripas al viento
viento patadón
viento bototo negro y aspas aspas
aspas que giran.Vuelo.

nos llenábamos la boca de silencio
silencio y viento bocado de mordaza
desencuentro

Interrogante el vuelo
rasante carcajada
definitiva y sangrienta
raja,
hace jirones
el epitelio del horizonte aquel:
la dotación
paisaje helicóptero nosotros y la muerte…




1 comentario:

Anónimo dijo...

Rubén: su "Reconocimiento", tiene la altura necesaria para el tratamiento de este tema. Bien!!!, un abrazo, Laura Beatriz Chiesa.