jueves, 22 de julio de 2010

Rubén Vedovaldi-Rosario, Pcia. de Santa Fe, Argentina/Julio de 2010


LA NORIA HUMANA


Sólo hay este camino y es redondo

Vamos quitando las piedras de adelante y arrojándolas atrás.

Ayer, hoy, mañana; cada día y cada noche seguimos este camino.

Primavera, verano, otoño, invierno; lustros, décadas, siglos. En la salud y en la enfermedad sólo hay este camino. En la vigilia y en el sueño, en amor y en soledad, con recién nacidos en el regazo o con nuestros queridos muertos a cuestas.

Inútil huir hacia delante o hacia atrás, hacia arriba o hacia abajo, a diestra o a siniestra, no tenemos otro destino que el de tropezar con las mismas piedras que hemos arrojado antes.

¿De qué sirve morir o nacer, dividirse o multiplicarse, si sólo hay un camino y es redondo?

Un ser al que algunos llaman Supremo Hacedor, y otros llaman El Látigo, vigila desde lejos.

Cada tanto se acerca y nos sopla al oído:

-¿Qué sería de vuestras vidas sin estos obstáculos?


1 comentario:

Laura Beatriz Chiesa dijo...

Rubén: cuánta verdad hay en la pregunta final!!. ahí se centra la vida, en ese círculo constante donde se desarrollan los días, devienen las noches, vivimos segundo a segundo guiados por la redonda esfera de un reloj. Mi saludo,