lunes, 18 de octubre de 2010

Miriam Brandan-Los Ángeles, California, EEUU/Octubre de 2010

EL PUENTE

Momentos robados, que terminan de prisa
Cuando te espero mas allá de los muros,
Junto al puente de piedra salpicado
De musgo tibio, húmedo y oscuro.

Me siento a su cómplice resguardo,
Sueño el reflejo de mis ojos en los tuyos,
Mientras un tenue rayo de humo blanco
Se mece adormecido entre los juncos.

El tiempo queda en lánguido suspenso
Al posarse mis labios en los tuyos,
Y vuelve eterno y mágico al instante
En el que al fin, podemos estar juntos.

Y confidentes, las piedras lo saben,
Que no existe un amor mas profundo,
Mudos testigos de los besos, las promesas,
De las caricias, las miradas, los arrullos.

Aunque quisiera a toda voz, gritar tu nombre,
Tomar tu mano y besarte frente al mundo,
Se que este amor ha de vivir solo en mis labios
Y cada noche, junto al puente...unos minutos.

1 comentario:

Laura Beatriz Chiesa dijo...

Miriam: un puente que permitió la creación de este poema, con mucha cadencia. Un abrazo,