lunes, 20 de diciembre de 2010

Patricia O. (Patokata)/Diciembre de 2010

AQUELLA ÉPOCA...

El sonido de la naturaleza era todo lo que se oía en esa época.

Hombres y mujeres salvajes con escasas ropas pero con inmensa sabiduría.

Los Dioses charlaban con ellos, era parte de sus vidas relacionarse con las deidades y todos los elementos sagrados.

Las palabras sin sonidos se veían en el aire, el corazón era un libro abierto donde no había secretos.

Todos eran hermanos...hermano oso...hermana luna...

Todos eran uno y cada uno era parte esencial del todo...

Yo aún sueño con volver...

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