sábado, 20 de septiembre de 2014

Cristina Brito-Buenos Aires, Argentina/Septiembre de 2014

Matinal

El verde juega entre soplos tímidos
de la brisa alegre que recién despierta,
Se escapa y vuelve,
Se me aparece quizás,
retozando con su sorpresa de azahar
que me colma y me embelesa,
mientras acompaña mi regreso.

El azul impecable no parecía celoso
Ni se inquietó el camino con tanta luz;
Ella me acaricia y yo le sonrío,
Luz mañanera y cantarina,
Partida en cien pedacitos de espejo
Como en hilera silenciosa,
No se deja atrapar y es toda mía
Entera, diáfana, presente
Esperando mi saludo reverente
Antes de cerrar mi puerta.

Azul, verde, limonero,
Blanco que platea de nieve
Los bordes de los objetos,
Todo es brillante a mis ojos serenos,
Algo escondido se despereza
Y la fragancia lo invita
A cantar juntos el día.

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