miércoles, 20 de mayo de 2015

Juan Oviedo-Villa Gesell, Argentina/Mayo de 2015



Pregunta

En algún momento de nuestras vidas
O en algún instante del ser, nos hacemos una inquietante pregunta
Por el sentido o motivo de este estar en el mundo
Interrogación apenas  percibida como una ráfaga en medio de toda tormenta
O lectura que leemos sin comprensión cabal por el esfuerzo cotidiano
De todos los días, años tras años y décadas por igual
Que anestesian esa capacidad por bucear en lo invisible
O en la realidad del fruto olvidado de nuestros sueños más profundos
Y despierta va, surge en apenas un segundo entre tanta temporalidad vivida
Una milésima quizás y desnuda de toda pretensión posterior
Nace por fin la pregunta: por  la verdad de todo esto
Del mundo, de lo que somos y de la misma vida cuestionada como tal
¿En dónde reside toda verdad, si no nos llevamos nada y si vamos hacia algún lugar
Perderlo irremediablemente pues tierra, hay una sola?
Con tanta vorágine que nos impide el tiempo para el amor, apenas como deseo
O de historias que viven los otros como  referente de películas y novelas
Cuentos de adolescentes e  imaginario sin verdadera factualidad
Entonces, por un instante la pregunta, brota, emerge, si todo fue, es y será
Una creación propia, una petición de principio
Donde lo que soy y mis experiencias, son parte de una gigantesca ilusión disfrazada de real
Que hace que desperdiciemos cada segundo de nuestras vidas
Haciendo de este cosmos y del mundo,  la mayor mentira y oposición a la verdad
Donde siempre fui yo, todo fue mi proyección e incluso el mismo Dios
Una frivolidad ante el estado actual del hombre contemporáneo
Que me revela algo siniestro de difícil digerir, que el yo, lo que soy
Siempre implicó un autismo, compartiendo esa condición
Con todos los miles de  millones de mujeres y hombres mundanos
Posicionando como frívola la pregunta por el trascender
Que inquiere por algo más que no sea yo, algo que no sea proyección
Y busque una migaja de verdad en todo esto o su tránsito hacia un poco de realidad
Sospechando de toda autorealidad como quimera ilusoria que nos manipula
Buscando bucear en el sentido único y profundo de nuestro estar en el mundo
Y rescatarnos por fin de tanta insignificante mismidad
Nos libre de la caverna ególatra e impía a la que hemos pertenecido en vida
Donde la pregunta suceda en cualquier momento u ocurra como relámpago
Aunque, sea un segundo en el instante límite de toda muerte
No importa que tal petición surja presurosa porque es pregunta que aguijonea
Cuando la respuesta nunca será la propia sino siempre la ajena
Tú o vos, como beso y como abrazo
O  del beso que te besa y del abrazo que te abraza
Que no hace necesario tal fundamental inquirir
Al ser tú, la entidad, el espacio o mundo
La única vía  de todo posible  trascender.
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