miércoles, 20 de febrero de 2019

María del Mar Altamirano-Argentina/Febrero de 2019


Cuestión de amigarse
Me estoy jugando los cinco dedos de la mano derecha, que todo radica en amigarse, tan simple, como amigarse con nosotros mismos.
Realmente, no imagino un mundo, donde abunden árboles con enormes copas verdes, arco iris en el celeste cielo, junto a mariposas revoloteando. Personalmente me irritaría, es por eso, que tengo absoluta certeza, de que no todos seriamos felices, en un mundo tal.
Deduzco que lo seríamos, si nos reconciliáramos con la vida, de modo que, una persona feliz, más otra, más todas, conformarían un mundo agradable. Sin necesidad de recurrir a patearle la cabeza al vecino, por poner música fuerte, siendo que resulta mucho más reconfortante, tenderle la mano, para ayudarlo a levantarse.
Tampoco nos minimizaríamos, idolatrando a aquel, poniendo su foto en la pared, solo porque sale en la televisión, o pensar que no tengo el talento suficiente, como lo tiene este otro.
Porque todos estamos hechos de lo mismo y todos podemos “ser “, cuando hacemos lo que nos hace felices, porque no es un pez, tan buen trepador como un mono, ni un mono, tan buen nadador como un pez.
Es así como imagino el mundo que me gustaría, con personas amigadas, felices.

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