Cuando el crepúsculo llegue
Cuando el crepúsculo llegue, amor,
abrázame con fuerza.
Temo perderte y perderme en su oscuridad coralina
convertido
en terciopelo oscuro sobre el que,
engarzadas,
las estrellas brillan.
Cuando el crepúsculo dé paso a la noche tenebrosa,
abrázame con fuerza, amor,
temo su silencio de muerte
y a la dama blanca que le acompaña,
silenciosa,
ávida de carne nueva, de otras almas.
Cuando la noche caiga, amor,
que nos encuentre abrazados,
ahítos, embrujados
por el amor que te doy y que me has dado.
Y que la aurora nos descubra
como niños, sobre el lecho, juntos soñando
con islotes de corales,
con edenes terrenales,
con bosques umbríos
donde tan sólo nosotros vivamos
flotando en el halo del amor,
como ramos de rosas florecidos,
siempre, siempre amor,
regazo con regazo,
en un apasionado y eterno abrazo.
Juana Castillo Escobar - 12-VII-2004
Este poema forma parte del cuaderno semi-inédito "Contigo somos tres" -Poemas para canciones, 1ª parte- y está registrado en el Registro de
3 comentarios:
un abrazo esperanzado hacia el más allá desde el más acá
gladys lopez pianesi
Juana: bello poema de amor, donde todo gira hacia un futuro anhelado. Un saludo de Laura Beatriz Chiesa.
Belluti el poema, querida Juanita, pero pongo las fichas de mi alma en:
Cuando la noche caiga, amor,
que nos encuentre abrazados,/
Gracias y abrazote, buena semana, poeta.
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