viernes, 24 de junio de 2011

Celina Vautier-Buenos Aires, Argentina/Junio de 2011

PALABRAS

Cuidado poeta, tú no las olvides,
pues son caireles de diamante puro.
Son los sonidos por los que tú vives,
son notas de la musa del amante,
son el puño que golpea a la puerta
del poderoso señor de los dineros.
Son el ensueño con que el seductor
envuelve con mentiras a su presa,
los laberintos de su alma inquieta,
los fonemas con que el ser se expresa.
Ellas rondan a veces tu cabeza
hasta que encuentran aquello que define
tu lengua muchas veces con torpeza.
Bailotean, se lanzan como flechas,
hieren o curan, duelen o embelesan,
son el milagro del hombre traduciendo
en notas comprensibles y sonoras,
lo que da vueltas en su pensamiento
y de su corazón brotan traviesas.
Pero no creas lo que afirma el dicho:
a las palabras no se las lleva el viento.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno Celina tu poema, es verdad, no se las lleva el viento, por bien o por mal, nos llegan!!!

Cariños Josefina

Emilia Marcano Quijada dijo...

Celina, su arte es sencillamente cutivador. reciba mi mas sincera palabra de admiracion y aprecio.

Emilia Marcano Quijada, Venezuela