viernes, 24 de junio de 2011

Graciela Diana Pucci-Buenos Aires, Argentina/Junio de 2011

No suelo publicar mis textos, pero siendo éste el mes en el que celebramos, aquí en Argentina, el día del Padre, quise subir este poema que le escribí al mío.


A Guelfo Pucci

         Estás aquí
 -como cuando niña-
te veía sólo por las noches
                el día
una sucesión de muñecas sin sentido
               no estabas
                y estabas
                       en el olor de la almohada
en los pantalones     impecablemente colgados
en el saco    al que abrazaba
                                 cuando me dolía más allá del pecho

           Estás aquí
-como cuando adolescente-
tu mirada de ave mutilada
                                  hacía nido en  mis ojos
-Impotente ante la autoridad
                                  que desautorizaba-

              Estás aquí
-como cuando era casi adulta-
me negué a vestirme de blanco
        (¿te acordás?)
       volviste a callar
     ¿qué podías hacer?
tu alma comulgó con la mía
                                 cómplice de un error

                 Estás aquí
-como cuando te regalé tres soles-
iluminaron la dura tarea que te impuso la vida
       arrastrabas dolores antiguos
                                  lastimaban tus sueños
                                                      te borraban sonrisas
también te regalé mis palabras
                                 transformadas en  poemas
-las eché a volar junto a tu nombre-
                                 llegaron a destino, sin destiempos

      Hoy no estás
pero estás conmigo
acompañás mi sueño –inquieto como el tuyo-
tu figura                  
           me sigue guiando
                                estás a mi lado

¿por qué dicen que no estás vivo?

14 comentarios:

Patricia K. Olivera dijo...

siempre estan y siguen amandonos y siendo complices de tantas locuras.
Sentido homenaje en bellos recuerdos vestidos de palabras.

Un abrazo!!

Viviana miquelarena dijo...

Graciela cuanto sentimiento y cuanto recuerdo. Hermoso realmente.Gracias por compartirlo, nos hace mirar hacia atrás y ver los momentos inolvidables.

ana maría intili dijo...

Siempre el padre retorna a nuestros recuerdos, y tu poema qué lindo lo dice. Gracias por traerlo para todos y todas.
Un abrazo. Ana María.

Anónimo dijo...

Graciela;
¿Quién dijo que no está vivo?. Si estuviera muerto en vos no podrías escribir tus versos tan vivos.
Felicitaciones
Luis Tulio Siburu

Teresa de Cañuelas dijo...

Sublime Graciela!!.
La magia de tus versos inmortaliza a tu padre que vive en tu memoria afectiva.
Sinceras felicitaciones!!.

silvia loustau dijo...

Graciela, aunque yo siempre te digo Diana....este poema es conmovedor, me dio la sensación de ir viendo fotos. Un abrazo ,

Silvia Loustau

Anónimo dijo...

Un poema vivo para quien ya no está y sin embargo está.
Conmovedor en el sentir.
Un abrazo
Maria Cristina Fervier

Laura Beatriz Chiesa dijo...

Querida Graciela: tal vez has podido plasmar, en este poema, las mayores situaciones de acercamiento -o no- con quien colaboró para tu existencia. Testimonio de vida -si las hay-, esta manifestación poética.Te abraza,

Anónimo dijo...

muy bien logrado, esta ausencia con presencia constante.
saludos
anahí Duzevich Bezoz

Graciela Diana Pucci dijo...

Gracias a todos por leer el poema para mi padre y por sus comentarios, un abrazo para cada uno de ustedes

Inma Diez dijo...

Los que amamos, nunca se van del todo, mientras permanezcan en nuestro recuerdo.
Felicidades por tanto sentimiento.
Saludos,
Inma

Anónimo dijo...

gracias, nunca pude decdirle todo ésto, lo estás haciendo por mí, a su nombre, a su recuerdo, a su presencia viva.gracias por ocupar mi lugar con tu palabra. susana zazzetti.

Anónimo dijo...

Apreciada Graciela,la figura del hombre vestido de padre se retiró.
La esencia,el ser que amas, camina dentro tuyo,dialogas con él como en este poema.
El recordarlo es atraerlo hacia nuestra corta vida.
No se irá nunca de tu lado mientras lo lleves en el amor que le has tenido ,le tienes y le tendrás
Abel Espil.

Graciela María dijo...

Qué homenaje sentido, amiga...más allá de las palabras, eso que nos queda en el olfato, en la mirada, el roce y las lágrimas... Felicitaciones y felicitaciones también por esta nueva puesta en el la red de Literarte, esfuerzo admirable para nuestra cultura latina.