jueves, 19 de julio de 2018

Saúl Buk-Argentina/Julio de 2018


Pocas letras


Apenas terminé de leerlo,
el tipo me lo exigió.
“Lléveselo, señor”, le dije.
Regresó.
Caminaba sin control.
¿La altura del bar del primer piso
le provocaba vértigo?
“Le faltan letras”, me gritó.
“Bueno, yo lo leí primero”, le dije.
Enarcó sus espesas cejas.
Su puño amenazante deseaba estrellarse
contra mi frágil nariz.
¿“Nunca recibió un diario ya leído”?
¿Señor no sabe que las letras de un periódico
se consumen leyendo?
“Sí, no, pero le faltan letras…”, susurró.
Desconocía las metáforas.
Entonces le expliqué:
“los textos los interpretamos,
agregamos y quitamos”.
Mareado y corto de ideas,
la gruesa cáscara
que envolvía sus huecas neuronas,
cayó sobre la mesa.

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