martes, 23 de abril de 2019

Alberto O. Colonna-Argentina/abril de 2019



APENAS DOS MADEROS

Solo eran maderos.
Dos maderos
cruzados.
Con olor a los pinos
que nacen
en el llano.
Vino el hacha severa
y fueron
derribados
Y luego el carpintero
hizo hábil
trabajo
Uno pensó en ser cuna.
Para un niño
el descanso.
El otro en una barca,
Sol y luna
y remanso.
Pero fueron maderos,
dos maderos
cruzados.
El aroma del pino
se fue
entremezclando
con la sangre caliente
cuando entraban
los clavos.
Solo ha sido la suerte
de un día
malhadado.
Después llegó la noche
y acabaron
los llantos.
Quedo solo el recuerdo
de la cuna
y el barco.
Solo eran maderos…
dos maderos
cruzados.

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